Postales aparte.
Vivo en Santander el síndrome
de Truman (el del show). Tengo la sensación de que allí donde voy todo el mundo se viste de
señores de Santander y todo responde perfectamente al cliché santanderino, muy comme il faut.
Me tiro a la busca del canalleo
pero un equipo de producción extraordinario me lo va decorando todo antes de
que yo llegue.No sabes lo que me ha costado salirme de la postal.
No sé como es Santander pero tu entrada es buenísima. Un abrazo
ResponderEliminarJOAQUINITO, muchas gracias. Santander está llena de cosas estupendas.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Y yo que recordaba Santander como un sitio señorial y algo pijo, con mucha familia de vacaciones en la playa, y resulta que es el lugar más cool del Cantábrico! Tendré que volver.
ResponderEliminarRecuerdo Santander como la capital del postureo observando el glamuroso paso de los viandantes endomingados. Pereda abajo, Pereda arriba. Parece que gana con el tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminarComo me digas que no viste el Mural de Sotileza te suspendo o te emplazo a un nuevo viaje. Porfa.
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