8 de mayo de 2020

Confinado. Día 57.


Mi primer paseo.
Creo que es muy necesario que salgamos de esto cuanto antes. Los hombres, con mascara, son un peligro. A no ser que sean japoneses.
Un hombre que lleva mascara tarde o temprano asaltará un banco. Como mínimo.
El anonimato no es buen consejero. La impunidad del enmascarado es demasiado tentadora.
Vuelvo a casa, turbado. ¿Qué intenciones ocultan tras sus máscaras?
Yo, sin ir mas lejos, al ver que no me reconocía nadie en mi paseo he empezado a tramar terribles tropelías. De bancos no. De las otras.

6 comentarios:

  1. Andar es estupendo, para el cuerpo y para la mente. Pero hay que evitar tocarse con las manos el cuerpo. Es lo que dicen las autoridades sanitarias.

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  2. DEME, ¿ni siquiera podemos tocarnos nosotros mismos? ¿Qué es esto? ¿Una cataclisis?

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  3. Sería muy interesante conocer la lista esas tropelías al detalle, por si acaso sale un buen guión de esa relación. Un abrazo.

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  4. CARLOS, un guión para una serie de varias temporadas que cuando das rienda suelta al delincuente que llevas dentro, un torbellino de deseos inconfesables reprimidos se agolpan en tu coco.
    Creo que voy a salir sin mascarilla. Que esa es otra, criticaban que no había y ahora que las hay dicen que no son aconsejables. Locos vamos a acabar.
    Un abrazo

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  5. IKANA, eso es como el burka que puede esconder a una señora buenísima o a un desalmado.

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