Adiós Madrid que te quedas solo, solían decir los madrileños
al dejar la ciudad atribuyéndose claramente una importancia desmesurada.
Adiós, Madrid, fueron las palabras de despedida que
Antonio Sánchez el Tato dedicó a su
pierna gangrenada cuando se la amputaron poniendo fin a sus días de gloria en
Las Ventas.
Paco
Ignacio Taibo trajo a su Hector Belascoarán a resolver un caso muy mexicano en
nuestras calles. Adiós Madrid, tituló
la novela.
Así
es, parece que solo nos acordamos de Madrid cuando nos vamos y mientras tanto
nos dedicamos a machacarla un poquito mas entre propios y extraños.
La
nueva ley que como anuncié acabaría con muchos establecimientos tradicionales
en todo el país no ha tardado en hacerse notar en Chamberí.
Adiós Madrid lo empleaba mi abuela para decir se acabó
lo bueno o esto ya no hay quien lo arregle.
¿Antes y después? o ¿después y antes?...Besotes borrachos de melancolía...
ResponderEliminarQué pena, por favor, ya sabes que me toca especialmente la fibra lo que pasa en mi Chamberí de mis amores.
ResponderEliminarEstoy con tu abuela, qué buena definición!
Me encanta la expresión Adiós Madrid, sirve para cuando se va lo bueno, pero también cuando se va lo malo y te quedas satisfecho. Realmente la nueva ley de arrendamientos me parece muy injusta, no sólo por establecimientos estupendos que echan en cierre y todas las personas que se van a la calle, sino por las joyas urbanas que se pierden y acabarán convirtiéndose en Starbucks, Zaras y demás...
ResponderEliminarUn abrazo.
Muta la ciudad y el Chamberí de la niñez no iba a ser diferente. Los antiguos vecinos parten en pos de las abundosas plazas de parkines disponibles en la periferia. Adquieren los ultramarinos y exoticos bienes en centros comerciales bien acondicionados. Y disfrutan de varios cuartos de baño en modernas casas. Con ellos se marcha la memoria de algunos exiliados que nunca volverán. Bonita composición.
ResponderEliminarEs una pena que se pierdan locales antiguos con personalidad propia para llenarlos de lo mismo que hay en todas partes. Pronto andaremos por una calle y ni sabremos en qué ciudad estamos porque todas serán iguales.
ResponderEliminarEn Barcelona también pasa: cierran locales emblemáticos para convertirlos en bancos, jamonerías, tiendas de ropa...
Besos
MELVIN, el después debería ser siempre mejor.
ResponderEliminarLOQUE, el día que al los del barrio no nos importe...¡Adiós Madrid!
MOISÉS, en Chueca la ley ha echado a una tiendita donde arreglaban planchas, ollas a presión y todas esas otras cosas que no sabes donde llevar, que es casi la que mas me ha dolido. A ver qué bar o cosa gourmet ponen ahí ahora que hace mucha falta en el barrio.
CARLOS, o sea que podríamos decir que aquí no va a quedar ni el Tato.
LOLA, si claro, la ley afecta a todo el pais. Conozco al menos un caso en pleno Paseo de Gracia. Confiemos en que algunos, al menos, conserven vestigios del viejo establecimiento para la memoria.
ABRAZOS PARA TODOS
Estas cosas me ponen muy mal cuerpo... "No quiero más dramas en mi vida"
ResponderEliminarCALAMARIN, usted perdone no lo volveré a hacer. A partir de ahora "solo comedias entretenidas"
ResponderEliminarGracias guapo.
ResponderEliminarAy, Uno, un poco más y me sacas a mí pasando por ahí. Adoro la palabra ultramarinos.
ResponderEliminarDEME, de hecho te saqué. Te he quitado con el photoshop porque no me venías bien para el tema ;)
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