21 de agosto de 2018

La verbena de la Urkupiña


Madrid en fiestas
Que Carmena es muy laica y tal pero que comprende que un agosto sin vírgenes es como el jardín de Alá sin flores. Total que, acabado el ciclo de verbenas madrileñas con la de la virgen de la Paloma, se ha traido otra virgen de Cochabamba para que siga la fiesta.
Dos mil bolivianos bailaron en honor a su virgen el domingo pasado en el Paseo del Prado.
No era el chotis pero tenía mas ritmo. Y mucho mas color.






8 de agosto de 2018

Taxistas


Nunca me tocó el Fary
Hace algún tiempo hacía uso de los taxis con mucha frecuencia. Cosas del trabajo. Aquellos chalados con sus locos cacharros sería un buen título para el relato de lo vivido en aquellas carreras.
Conocí al autodenominado taxista mas marchoso de Madrid. Así se presentaba tan pronto como subías al coche e ,inmediatamente después, te lo demostraba con un derroche de decibelios de bakalao que te atravesaba el pecho.
Conocí al taxista que había escrito el Código de la Circulación en verso. Allá él pero, ¿con qué derecho me recita sus ripios durante toda la carrera?
Otro taxista literato resultó ser autor de un libro para niños sobre la Campana de la Libertad, símbolo de la Independencia de EEUU. Todo para dejarme mal porque yo había avisado a los colegas americanos que me acompañaban de que aquí los taxistas no hablan inglés.
Un taxista me quiso apuñalar en Moncloa (¿se dice apuñalar si te clavan un destornillador?). Unos cuantos intentaron robarme (mas o menos cada vez que llegaba a Barajas de madrugada). Me impusieron la Cope, el humo de sus puros, a Encarna. Me hablaron de toros (este era inglés, mira tu, y había descubierto que la vara del picador es en realidad un rifle camuflado). Me hablaron de su señora (una quería asesinarle haciendo corriente en casa). Intentaron convertirme al catolicismo (y de paso venderme una biblia) y uno me echó encima 2 kilos de llaveros (creaciones suyas) para que le comprara alguno. En el apartado ventas adiccionales me han ofrecido también señoritas o travestis que llevaban de copilotas. Un taxista intentó prostituirme pagándole la carrera en carne. Nunca me tocó el Fary.

No se cuanta razón tienen los taxistas en sus quejas. Se que con la competencia el servicio ha mejorado notablemente y que la memoria de los agravios pesa a la hora de solidarizarse con ellos.

5 de agosto de 2018

Los veranos de la villa


Y corte.
Este año el Ayuntamiento ha estado acertado con los cartelesque anuncian Los Veranos de la Villa:
Una chancla de goma que se pega al ardiente asfalto (el calor que irremediablemente ha llegado), un bocata de calamares para dos (en referencia al menú del turista low cost que amablemente nos visita) y una mano espachurrando un tomate (el gazpacho que te vas a tomar quieras o no) Tambien hay un pié asomando por una persiana que, tal y como está el patio, ha tenido que aclarar la alcaldesa que no es pié de hombre ni de mujer aunque tenga las uñas pintadas, que aquí somos muy modernos.
Me ha recordado Carmena a Paca, la portera de la casa de mis padres, aclarando que el zurullo que había aparecido en el portal no era de hombre ni de mujer sino de niño, acusándonos a los menores de semejante fechoría. Háblame a mi de bullying institucional.
A lo que iba: me gusta la estética feista de colores saturados que han usado los diseñadores (italianos por cierto). Pero como yo no pongo fotos de otros he puesto esta mía: dos turistas y una obra, lo único que ves por aquí estos días.