31 de marzo de 2020

Confinado. Dia 19.



La arruga es bella.
No siempre he sido un magnate con asistenta. Cuando empecé a vivir solo, fuera de casa, era joven y pobre, naturalmente. Y no tenía asistenta.
Fue entonces cuando desarrollé mi extraordinario método antiarrugas de tender la ropa. Gracias a mi método y a la aparición de los modernos tejidos de fibra nunca tuve que aprender a planchar.

Cuando el Tergal pasó de moda, tuve la suerte de que la arruga se consideró bella. Dejó de serlo y, para mas inri, yo me había ido refinando en lo textil. Afortunadamente para entonces ya el sueldo me daba para que todas las semanas alguien planchara por mi.

Así llegamos al día de hoy en que ni hay Tergal, ni tengo asistenta, ni se planchar.
Menos mal que tampoco tengo vida social.



27 de marzo de 2020

Confinado. Día 15


Me tiro a la calle.
Leo cada una de las palabras escritas que voy encontrando a mi paso. Uso exclusivo bomberos. Alarma conectada con grabación de imágenes. Compro tu coche y te lo pago al contado. Hay una belleza una perfección sin esfuerzo en la llegada gradual de la noche. (Antonio Muñoz Molina. Un atardecer solitario entre la gente.)

Hace meses que este libro esperaba su momento en mi mesilla. Creo que ningún momento mejor que este para que me saquen a pasear por las calles.
No voy a hacer crítica literaria, no sabría. Ni siquiera lo he terminado de leer. Quizá mi entusiasmo con su lectura esté condicionado por las circunstancias. Y es que para mi sorpresa encuentro también esto entre sus páginas:

Evacuada por orden del Gobierno Chino una Ciudad de Nueve Millones de Habitantes. Calles vacías, edificios apagados, tiendas cerradas. ¿Qué sucede en Hangzhou, una de las mas florecientes y habitadas ciudades de China oriental? Sucede que el régimen chino no ha querido correr el menor riesgo de descontrol en la Cumbre que le toca organizar en su turno de presidencia del G-20 y ha tomado medidas impensables en una democracia occidental.
Imagina una ciudad mas poblada que Nueva York que se ha quedado desierta de la noche a la mañana.

El libro se editó en Febrero de 2018.


24 de marzo de 2020

Confinado. Dia 12.


Lo importante
Una de las cosas buenas de esta situación en la que vivimos – como habrás oído mil veces- es que ahora vamos a saber distinguir qué es lo realmente importante. Por ejemplo: el frigorífico.
Hace un par de días que en el interior del mío está creciendo una gorda capa de hielo. ¿Qué hago? ¿Llamo al técnico? Nunca ha sido fácil que un servicio técnico te atienda pero ahora, ¿querrá venir el técnico?. ¿Quiero yo que venga?.
Ahí es cuando uno vuelve al seno de la Iglesia y reza para que el frigo siga enfriando y no haga ¡plof! en esta santa situación.
Lo importante no es la tele, es el frigo.



21 de marzo de 2020

Confinado. Dia 9.


Recordando a Catalina
Catalina lleva viniendo a limpiar a mi casa un porrón de años. En este tiempo, ha tenido depresiones, algún cólico e incluso se rompió un brazo. Daba igual, nunca dejó de venir, así se anunciara una ciclogénesis explosiva. No importaba lo que le dijeras, ella argumentaba que, si se quedaba en casa todo el día con su marido, se volvía loca. Y debe ser verdad porque ya es mayor y no tiene una necesidad ineludible de trabajar pero ella no para.

A decir verdad, ahora trabaja y enreda a partes iguales. Yo procuro quedarme en casa el día que viene para evitar grandes desastres. Con la edad, por ejemplo, le ha dado por encaramarse peligrosamente a la encimera, a una silla, o al alfeizar de la ventana. Como no atiende a razones, yo me pongo a su lado por si acaso, que parezco la señorita esa del circo que subraya con sus manos y su sonrisa la acrobacia del saltimbanqui.

Catalina ya no viene a casa. Está encerrada en la suya con su marido. Me llamó y me dijo, resumiendo, que los hijos la habían atado a una silla. Estoy preocupado por su salud.

- ¿Tu que haces cuando no ves porno?, me pregunta una amiga muy ocurrente.
- Soy asistenta


 

19 de marzo de 2020

Confinado. Dia 7.


Aplausos
Un domingo tormentoso, en Tokio, entré en unos grandes almacenes unos minutos antes del cierre. No había nadie pero los dependientes estaban perfectamente alineados junto a sus mostradores, mas tiesos que una vela. A mi paso, iban doblándose hacia delante en una reverencia digna del protocolo de la corte española y decían no se qué. Me sentí, Carlomagno, Cleopatra, Liz Taylor… Así que, como no era muy probable que me volviera a ocurrir algo así, anduve dando vueltas entre mis súbditos hasta que me echaron.
Yo no salgo a aplaudir a mi terraza a las ocho. Salgo un poquito después porque me gusta la sensación de salir y que me reciban con un aplauso. Aún no me atrevo, pero un día doblaré mi cuerpo por la cintura inclinándolo lentamente hacia delante para luego incorporarme mientras abro mis brazos para saludar a mis admiradores.
Quizá incluso, si la enajenación aumenta, arrample con el florero y salga a saludar abrazando el ramo de hortensias secas.
Al tiempo.

18 de marzo de 2020

Confinado. Dia 6

Se me cae la casa encima.
Una cosa es estar encerrado en casa y otra muy distinta estar encerrado en casa con obras en el piso de arriba. Es muy distinto disfrutar de la paz del hogar a que se te caiga la casa encima.
¿No paran los albañiles? Pues parece que no. No había caído en que la albañilería no es compatible con el teletrabajo.
Cautivo, soporto con resignación el pumba,pumba que viene del 6º pero me consuelo pensando que el corona virus debió salir pitando de la finca en cuanto arrancaron con la taladradora por la mañana.


Se me han acabado los tomates.

16 de marzo de 2020

Confinado. Dia 4


Hikikomory
Cuando oí hablar de los hikikomoris japoneses por primera vez, no encontré que el fenómeno fuera tan terrible como a casi todos les parecía. Vivir en casa sin pisar la calle no era para mi una idea tan dura y triste como se suponía.
Fue por esa época cuando inventé a Nathaniel Willhem. Nath era un artista que no salía jamás de su casa. Dadas las circunstancias, no era de extrañar que el tema de sus obras fuera siempre lo que veía en sus ventanas. A veces eran fotos, otras veces obra plástica.  
Creo que este es, mas que nunca, el momento de reivindicar a Nathaniel Willhem. Estamos ante el renacimiento de un artista de nuestro tiempo.


14 de marzo de 2020

Confinado


Solo en casa
Me gusta estar en casa. Me gusta incluso estar en casa solo. Lo disfruto. Me siento muy a gusto en mi rincón con mi sola compañía. Esa horita solo, cuando ya todos se han ido a dormir, es para mi uno de  los mejores momentos del dia.
De chaval, me inventaba exámenes en vacaciones para quedarme solo en Madrid con toda la casa para mi. De paso, es verdad, si quedaban amigos en la ciudad hacía una fiestuca.
Ahora además tengo internet que es el invento perfecto para estar solo pero acompañado. Pero incluso antes de la red, nunca me he aburrido por estar solo en casa. Siempre se me ocurren mil cosas que hacer.
Cuando dejé de trabajar para otros en un trabajo muy intenso donde permanecí 20 años, mis amigos se preocuparon por mi. ¿Qué va a hacer ahora?. A mi me faltaban horas al día para hacer tantas cosas como tenía aparcadas a causa del trabajo.
Y Ahí viene Martin Corona (véase filmografía de Sarita Montiel) en forma de virus y me encierra en casa.
No es lo mismo. Ya solo pienso en salir. En ver a los amigos, que no sabía yo que los quisiera tanto. En viajar. Tengo ganas de abrazar a todo el mundo. A según quien, hasta de comerle la oreja.


Esto, el segundo día de confinamiento.

10 de marzo de 2020

El personaje del año


Lo uno por lo otro
Dos cositas: ha conseguido que por fin avancemos con lo del teletrabajo y ha prohibido el cole,  como venían reivindicando los chavales desde que el mundo es mundo. ¿Quién ha conseguidos que alguno que todos conocemos se lave las manos?. ¿Quién ha puesto en su sitio a los besucones?...
Que luego es un matón, vale. Pero no nos quedemos solo con lo malo.