Haro está rodeada de imponentes bodegas y, en el centro de la
ciudad, un mural homenajea al beodo. Aquí el
cliente es lo primero. Hasta su impresionante parroquia de Santo Tomás alberga,
entre sus antiquísimos tesoros, una colección de vinos de misa de todo el
mundo.
Por el porte de sus edificios se ve que no les ha ido nada mal
con lo del vino a través de la Historia (hasta Banco de España tienen). Lo malo
de tener tanto es que siempre hay algo por arreglar. Hay palacios que dan
pena.
Yo después de comer a la riojana (es decir: muy bien pero
demasiado) me fui de tiendas.
4 comentarios:
¿Te compraste unos castellanos con borlita en Calzados Prieto?
Menudo viaje te has pegado. Tomo nota de los vinos, los sitios y de Laguardia en particular.
ESTI, es increible tu intuición para detectar mis preferencias en cuestiones de calzado.
No desdeñes Haro. No he mostrado sus bellezas porque huyo de la postal pero las tiene. También tiene su bodega de diseño. Zaha Hadid hizo una intervención en la bodega de Viña Tondonia que finalmente no tuve tiempo de visitar.
Un mural que celebra la alegría que proporciona el vino, dice mucho sobre la felicidad de sus vecinos. Y las fachadas clásicas que adornan los comercios, sobre la confianza que tiene el cliente en los productos de calidad. No imagino al chino de la esquina con una decoración de raigambre. Excelentes imagenes estas de tu viaje por el norte. Un abrazo.
CARLOS, muchas gracias. Otra cosa que me ha llamado la atención es precisamente que no he visto chinos en mi viaje. Pero ya se sabe que el alma de China es insondable.
Un abrazo
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