Ñi, ñi, ñi…
Es agotador enfrentarse cada día con un enemigo que ataca sin
avisar. Aparece donde menos te lo esperas. En tu madre, sin ir mas lejos, aunque
tus hermanos no lo noten. En tu mejor amigo que se cree tan feminista. Y en tu
chico que no termina de pillarlo, el pobre.
Es un enemigo que no da la cara. Se esconde tras la barra en
ese viejo camarero tan caballeroso. Se agazapa tras tu peluquera, tan señora.
Porque te topas con un machista le pones en su sitio y te
quedas tan agusto pero ¡ay, el micromachismo! El micromachismo es un ñi, ñi, ñi… que te mina las
defensas.
3 comentarios:
Ese ñi, ñi, ñi es una definición perfecta. Como la cantinela de un muelle oxidado que no cesa de oscilar. Un abrazo.
¿No serálas cuchilladas en la ducha de Psicosis?
En este tema tengo una opinión muy incorrecta políticamente, así que mm la callo, pero ¿nadie se ha dado cuenta del macrofenismo que ataca hasta al idioma? Sinceramente me siento acosado por el asunto y, además de ña situación actual tengo la experiencia de el vacío que me rodeó cuando dejé de ser el único alumno en clase de pintura. Llegaron dos mujeres más y dejé de existor. Tan literalmente que dejé de ir.
Mucha tontería de micromachismos pero no salen a tomar la Bastilla por las desigualdades salariales. Claro, como a todos, se nos echa un mendrugo y nos entreremos y no miramos lo gordo.
CARLOS, eso creía yo pero parece ser que puede confundirse con el ñi, ñi, ñi de la madre de Norman.
JOAQUINITO, menos mal que te has callado tu opinión que si no la lías.
ABRAZOS PARA LOS DOS
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