En Cuenca y en
Kioto recuerdo los mejores paisajes otoñales: rojos, amarillos, ocres... El
blanco de las canas no es tan favorecedor. Y aún así me gusta el otoño.
El domingo pasado
como todos los domingos el barrio estaba vacío. A penas algún peatón de paso y
un tráfico mínimo. Así, el sonido de la flauta del músico llegaba limpio hasta
mi salón.
Pasó la tarde
entera tocando en la esquina. Para nadie, para mi, quizá para él mismo.
¿Mochila o bolsa?
¿Mochila grande de ecoturista o enana de señorita Pepis? ¿Quizá mochila negra
al hombro de ejecutivo jr.? Porque también es importante cómo la llevas. ¿La bolsa por las asas o al hombro bajo
la axila? Al hombro pero a la espalda es mas varonil. Colgada del brazo no se
yo. ¿En bandolera, dices? Ya me acuerdo, la cantaba un tal Adamo
A mi edad todavía
sigo jugando con camiones. Me gustan. No es casual que para decir que alguien
está muy bueno o muy buena digamos que está como un camión.
Nació en mi terraza
una noche de este verano y duró un solo día.
Me recordó a Goldie
Hawn, que desde luego no ha sido flor de un día, y a quien descubrí en Cactus Flower con Walter Mathau e Ingrid
Bergman. Mi Goldie se llevó un oscar como actriz de reparto.
En teatro, vi la
obra (una comedia francesa, Fleur de cactus) con María José Goyanes, Alberto
Closas y Julia Gutierrez Caba. Un gran éxito que se mantuvo en cartel en el
Lara muchísimo tiempo. También tenía un pequeño papel José Sacristan. Otro que
ha durado lo suyo.
A menudo hago fotos
de fotógrafos. Son unos excelentes modelos. Aquí, en la columna de la derecha,
donde dice Instantáneas hay algunas
fotos de ellos. Ninguno con este nivelazo de peluquería.