Palermo. Mercado de
antigüedades
Gina se preguntaba
qué haría en el coche, solo, durante las horas y horas que a veces pasaba
vigilando su tienda. Seguramente odiarla. Ella hubiera odiado a cualquiera que
le hubiera procurado tanto aburrimiento. Su difunto marido, sin ir mas lejos.
Antes de salir, se echó
un vistazo en el espejo Louis XVI que acababan de traerle. El negro le sentaba
estupendamente.
- Le traigo una
taza de café ispettore.
(La vedova. Camilo
Montalbano)*
*Título y autor
ficticios.