Que vienen los rusos
El portero del
edificio donde me quedo cuando voy a Sitges es ruso. Y no parece portero.
Podría ser ex mister Moscú, especialista de cine o segurata de millonario.
Portero no.
Tiene ese acento
inquietante que los de mi edad relacionamos con el blanco y negro y el telón de
acero. La Carme mi vecina dice que es un tipo que la desestabiliza, que no se que querrá decir exactamente en catalán.
Yo, como no me gusta
pensar mal, intentaba ajustar su perfil al de portero de finca y me decía:
cotilla si es.
Ahora me entero de
que el GRU (el departamento de Inteligencia ruso) anda por Cataluña soplando las hogueras.
Acabaramos…¡Pobre
Mijail! Yo poniéndole de cotilla y resulta que recaba información.