No me
gusta el cine de terror
¿Y a
qué va? te dirás con razón. Pues a disfrutar de Sitges que vive el Festival con
la misma entrega que la fiesta de la Vendimia o Santa Tecla. No quiero yo
entrar en identidades, pero los sitgetanos, en lo festivo, son muy sevillanos.
Visto
y no visto:
Night Flight: bulling a lo bestia en un instituto coreano contra un muchacho
homosexual. Dura, emotiva y muy larga.
Maps to the stars: David Cronenberg y mi querida Julianne Moore retratan a los hijos
de Hollywood en una sátira espeluznante.
Cold in July: Sam Shepard
y Don Johnson no podían consentir que Michael C. Hall (Six feet under) no
mandara a nadie a la tumba, así que lo sacan de su tranquila vida y se lo
llevan a pegar tiros. Buena para verla en Sitges donde se aplaude cada gota de
sangre, cada famoso, cada exceso.
Lo que
Cannon se llevó: me
llaman por teléfono y tengo que volver precipitadamente a Madrid. Con las
prisas, pierdo mi pequeña cámara Cannon. Con ella se fueron un montón de fotos
horrorosas y una fantástica: en la barra
de un bar, entre los rovellons y los calamares, una cabeza humana muy bien
emplatada.
Julianne
Moore se ha llevado el premio a la mejor actriz. El resto, como ves, somos una
panda de perdedores.