Vivo cantando
Quince minutos bajo la
ducha ni es sostenible, ni es solidario, ni se si puedo permitírmelo. Pero si
renuncio a mi actuación en la ducha de cada mañana, ¿qué me queda?.
Tengo un repertorio muy
amplio, no creas, pero hoy todo han sido
boleros. Letras de desamor llenas de reproches: …hoy resulta que no soy de la estatura de tu vida.
Me he despachado a gusto
con la esponja que es lo mas parecido a un ser humano que me acompaña en mi
ducha desde que llegó el covid. Voy a
borrar de mi boca los besos que un día me diera tu boca maldita, le he
dicho y todo. Una vez aclarado que no
me enrollo con la esponja porque yo no quiero, puedo afrontar mi día
perfectamente, solo como un perro abandonado en el pandémico descampado en el
que mueren cada día - deja tu ya mis sueños - mis necesidades.