Un
sermón de lujo
En
Bruselas me dieron por la calle un panfleto de 12 páginas en papel couché
impreso a 4 tintas e ilustrado con excelentes fotografías. Para mi sorpresa
algunas personas rechazaban el atractivo librito.
En el
se contaba que si, que esto es una guerra. Que no, que los políticos no son la
solución, que son gente asustada como nosotros. Finalmente concluía, por todo
esto, que es el momento de mirar a Dios: la única forma de encontrar la paz.
Me
puse a ello y lo que vi en la iglesia fueron confesionarios que le dan a uno
ganas de pecar y unos púlpitos de lujo, como el panfleto.