Bienvenido Mr. Jinping

De la Chen a la Carmena todo es Manolita.

Cómo han evolucionado nuestras relaciones con China. Hace nada, excepto el Teatro Chino de Manolita Chen no había en Madrid nada chino y relevante. Hoy, pueden pasear al líder chino que nos visita por cualquier calle de nuestra ciudad y encontrará miles de tiendas de chinos rebajando la calidad de nuestro escaparatismo. 

En plena Cibeles, el banco chino ICBC, el mas grande del mundo. De balcón a balcón, desde el de Manolita Carmena, se podrían tirar unas cuerdas para tender los trapos. Eso por no hablar del Impero Chino en el Polígono Cobo Calleja o el barrio chino de Usera que para mi que pronto le ponen una muralla.

Ahora que, si quieres ver chinos, ve al Corte Inglés de la Castellana. Los llevan en autocares y los atiende un batallón de chinos que a este paso pronto serán mayoría en la plantilla. Pero, pensándolo bien, ¿para qué va a querer ver chinos Don Sing?

El CIS

Y el zas.

Conclusión: tres de cada cuatro obesos que van en bus hacia Andalucía son mujeres.

Unas dirán que es porque yo soy misógino. Otros dirán que he copiado una encuesta de los Transportes de Maracaibo. 

Un trepa se disfrazará de obeso feminista para ganar las póximas elecciones. Una emprendedora formará Orgullo Curvi, tallas grandes para mujeres reales. 

Detrás del sondeo, un político delgadito intentando despistar al enemigo de cara a los comicios andaluces.

Correde, corred, malditos

Pero por vuestro barrio.

Un día por el cancer, otro por los perros abandonados. Hoy por la vivienda digna, mañana por la mujer o por cualquier síndrome alemán de esos. Salir corriendo es la forma que tienen los madrileños de solucionar los problemas. Lo peor es que no paran de declarar dia internacional de algo a una nueva fecha. Ya no quedan a penas días libres para tanta causa. Y cada causa, su efecto: una carrera por el centro de Madrid.

Hoy he vuelto a dar la vuelta al mundo en autobús para llegar a casa porque otra carrera atravesaba la ciudad. Madrid no mata, matan los gestores.

Y ahora no vayas tu a hacer de lo mio una causa que ya te veo calentando.

Donde esté un puerto...

Hamburgo

Esa añoranza de un mar que no tenemos, que se nos supone a los madrileños, en mi caso tiene la forma de un puerto, nunca de una playa.

Y para puerto, el de  Hamburgo. Disfruté visitándolo como un guarro en una charca. Esta sobredosis de paisaje industrial fue un subidón que meses después no he olvidado.  No solo me parece hermoso, me parece inspirador. Veo en el óxido y las gruas arte, aventuras, peligro, corporaciones que dominan el mundo, espionaje, hombres que huyen de su pasado, veo a Marlowe y a Maigret. Veo a Mondrian, a Chillida. A Bond y a Gloria Graham. ¿Quién da mas?