Qué falta de
liturgia.
La semana pasada
por fin pude hablar con el gurú de Movistar. Me decepcionó un poco.
Era joven, era
mono, era sabio... Pero, no se, te dicen gurú y te esperas un poquito de
ceremonia, de mise-en-scène, qué se
yo...
Al salir de la
Telefónica, me encontré con ella en la Gran Vía y lo vi clarito: era joven, era
mona y no se si era sabia pero eso si: llevaba turbante.
Un turbante te
convalida por lo menos la mitad de las asignaturas de Pitonisa. Y, por
supuesto, de gurú.