The
traveler look
La
tendencia es vestir peor en los aeropuertos y mejor en las estaciones de tren.
Sin
duda tiene que ver con que la comodidad de los trenes ha mejorado mientras que
la de los aviones se ha reducido. El contorsionismo necesario para encajar el
cuerpo en el reducido espacio del avión nos empuja al chandalismo. Eso por no
hablar del striptease de los controles que ha hecho incompatible viajar y
mantener un poquito de dignidad. Aunque, eso si, para decirlo todo, también ha
mejorado el nivel de la ropa interior.
Cuestión
aparte son los viajeros de Ryanair, tan gordos. Se ven avocados a vestir tres o
cuatro camisas y varios suéteres a la vez para evitar el sablazo de la segunda
pieza de equipaje.
¿A qué
conclusión nos lleva todo esto? Meridiano: tren en invierno y avión en verano.