Callejeando por
Ortakoy, Luisa se encontró de
repente frente a una van como aquella de Cucho. El viejo cacharro le transportó
en un segundo a Los Caños de Meca. Olía a porro y ella hacía el amor en la
parte de atrás.
Llevo demasiada ropa, se dijo al verse reflejada en la
ventanilla. Y continuó su paseo con las demás damas de la Comisión.
7 comentarios:
Hummm es el paisaje para una novela más sugerente... suena a vida loca perdida, a resignación, a varias vidas dentro de una...
Y la foto es muy chula!!!
Un abrazo
¡Una Van! Que chula para recorrer medio mundo a paso de tortuga.
Al acabar la visita la comisión de damas se metió en la furgo y organizó una orgía lésbica.
MOISÉS, gracias. Se dice que en la novela hay mucho de la vida real de Dolors. La catalana se dejaba ver mucho en su juventud por Bolonía, Tarifa y otros Cadiz.
CARLOS, siempre soñé en tirarme a esas carreteras del mundo con una van. Aunque solo fuera un añito.
JOAQUINITO, te confundes con "Camionera" de la misma autora.
ABRAZOS PARA TODOS
Esas conexiones que se dan en ocasiones y que nos transportan irreversiblemente a lugares y momentos que creímos irrepetible... Una van te lleva a eso y a más, como a Luisa... Qué vida la suya. Besotes.
Hay magdalenas de Proust acechando nuestra plácida existencia por todas partes.
Un abrazo
Podríamos hacer algo con esto...
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