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El
sábado pasado visité la sede de este despacho de abogados catalán. Era uno de
los muchos edificios que se podían visitar este fin de semana en el maratón de
arquitectura Open House Madrid.
Un
espléndido edificio rehabilitado por Francisco de Paz y Antonio Barbarin que ya me dio algunas buenas fotos durante su construcción.
Esta vez, como decidí la visita al pasar por la puerta, tuve que conformarme
con hacer las fotos con el móvil. Además de su impecable arquitectura pude disfrutar de la magnífica colección de arte de Bergé y otra excelente de fotografía repartidas por todo el edificio. Mola, ¿no? Pues también puedes visitarlo durante la Semana de la Arquitectura que se celebra en Madrid el próximo mes.
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5 comentarios:
Como capital, Madrid tiene unos interiores preciosos y que no están al alcance de los mortales, por eso la semana de la arquitectura merece mucho la pena. Es problema es siempre en estos casos morir de éxito porque o estás un poco atento y veloz o no consigues cita ni para que te enseñen la caseta de los vigilante del Retiro.
Un abrazo.
Sí que mola, sí. Me encanta este tipo de arquitectura, me gusta menos que sea la sede de un despacho de abogados, pero eso es otra película.
Abrazos!!
MOISÉS, en Madrid hay un lobby muy fuerte, el de las "señoras que se apuntan a un bombardeo" que hace imposible conseguir plaza para nada que sea gratuito o barato. Ni eso, ni una mesa libre en una cafetería a la hora de la merienda.
LUNA, este despacho es uno de los mas importantes del pais si no el primero. Se ha construido sobre la estructura de un horrible edificio anterior, sede de la Mutua. No se como te llevarás con los de los seguros.
ABRAZOS PARA LOS DOS
Y cuando el director asciende hasta el jardín superior para contemplar como se extiende la ciudad a sus pies y a sus empleados a través del ojo de buey, se debe sentir en uno de los circulos del cielo. La imagen un acierto. Un abrazo.
CARLOS, estos edificios además de ser la imagen de la empresa tienen mucho que ver con el ego del que firma en la puerta. Claro que, para según qué negocios, un exceso en el lujo puede ser contraproducente de cara a los clientes.
Un abrazo
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