El sueño eterno.
Hará veinte años, un
agente inmobiliario me llamó por teléfono porque, según él, yo me había
interesado por un piso junto a la Castellana. Le dije que se había equivocado
de magnate e insistió hasta que, a punto de colgarle, confesó que el piso
estaba en Fuencarral. Un antiguo
pueblo de Madrid que nunca termina de parecer un barrio. Y efectivamente hay un
proyecto de prolongar la Castellana hasta aquellos territorios cuyo origen se
remonta a Don Pelayo.
Hoy al visitar Fuencarral descubro que a leyenda de
La prolongación de la Castellana sigue alimentando los sueños de los fuencarraleros y es
el único manual de estilo que reconozco en la arquitectura del lugar. Algunas casuchas del pueblo están arregladas
con acabados de lujo o diseño del bueno, preparadas para el gran día. Desgraciadamente la excelencia de cada una de esas
reformas no mejora el aspecto caótico del conjunto.
Estos sueños a largo plazo estaban muy bien cuando teníamos una esperanza de vida casi japonesa. Hoy en Fuencarral iban todos con mascarilla.
8 comentarios:
Pues muy bien por los de Fuencarral, por llevar todos mascarilla, ahora es lo que toca... Incluso algunos expertos aconsejan llevarla puesta hasta para follar, no te digo más...
CAL, ¿mascarilla para follar? Mejor me espero a que saquen el preservativo de cuerpo entero.
Creo que el espíritu verde y deslucido de las camionetas se le quedó adherido y Fuencarral ya huele a pueblo por Peñagrande y La Coma. Más allá de la nada, tres cantos, un viejo colmenar y mira por donde se llegan flores de la sierra. Un abrazo.
Algún día llegará la castellana, y entonces los dueños de las casas que quieren que luzcan, se alegrarán de verla pasar al fin :)
CARLOS, qué bonito te ha quedado. Tu eres quien debería haber escrito la letre del himno nacional madrileño.
IKANA, claro que si. Y se alegrarán mucho de la visión que tuvo su tatarabuelo arreglando la casa. ;)
ABRAZOS PARA LOS DOS
No conozco Fuencarral, tendré que visitarlo cuando vuelva a Madrid porque me gusta lo que dices de este barrio.
Un abrazo.
Para mí Fuencarral es ese sitio de paso para ir a oficinas en lugares ignotos tipo Manoteras o Pombo Angulo (un lugar mítico, más allá de El Corte Inglés de Sanchinarro). Anécdota: tardé mucho en saber que era Sanchinarro, todo junto, debía pensar yo que San Chinarro era un santo de nombre poco común.
U.TOPIA, no se que extraña idea he transmitido sobre Fuencarral pero olvídala y no pierdas ni un segundo de tu vida allí.
ESTI, descubrí Sanchinarro una mañana de safari por extraradios (una manía). No había nadie por la calle y a penas pasaba un coche cada diez minutos o así. En esa nada solo se escuchaba a un albañil cantando flamenco desde algúna obra. Hacía una eternidad que no escuchaba el cante de andamio. Lloré.
(No lloré, pero no se me ha ocurrido mejor final)
ABRAZOS PARA LAS DOS
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