Madrid me mata
Confinados para proceder a su gaseamiento, los madrileños se inmolan para salvar a la Humanidad. Ya no queda otra salida.
Alguna cree que si la hay. Nunca fue muy lista. Con esa cara de loca es imposible que pase desapercibida. La mascarilla deja al descubierto sus ojos, demasiado grandes, demasiado abiertos para ser humanos. La muñeca asesina fue interceptada por sus victimas cuando trataba de huir del gaseamiento por el túnel de la risa.
Los madrileños cayeron sobre ella como una plaga de langosta y, en a penas unos segundos, en el suelo solo quedaba el mecanismo que la animaba.
5 comentarios:
Que siniestritud :S
¡¡Uff!! Percibo hartazgo y algo más. Me has dado miedo con tu "cuento".
Un abrazo.
IKANA, es lo que hay, lo siento. Es que he vuelto a ver el telediario ;)
U-TOPIA, miedo me doy a mi mismo. Soy Lovecraft, soy Poe y Mary Shelley.
ABRAZOS PARA LAS DOS
Si recuerdas un Madrid Me Mata con Alaska vestida de primera comunión, entonces eres de los míos.
DEME, y me acusan a mi de siniestro... Tu si que eres de los mios.
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