La puesta de largo
Daba igual que una ola de frío
siberiano atravesara la península. Con apretarnos mas la bufanda que nos
llegaba a los ojos, todo arreglado. Pero, los pantalones, cortos. –Súbete bien las medias.
Los niños soñábamos con el día
en que nos compraran el primer pantalón largo. Y no por el frío sino porque era
la prueba inequívoca de que ya eramos mayores.
Hoy nadie quiere ser mayor y el
pantalón largo llega para decirnos que hay que volver al trabajo, que con el
verano se acabó la tontería. Muchos se resisten pero es inevitable: en
septiembre nos hacemos mayores.
2 comentarios:
¿me permites decir que gracias a Dios?
Un abrazo
JOAQUINITO, la dirección de este blog es muy respetuosa con las crrencias religiosas de cada cual. Y esto va a misa.
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