Hikikomory
Cuando oí hablar de los
hikikomoris japoneses por primera vez, no encontré que el fenómeno fuera tan terrible como a
casi todos les parecía. Vivir en casa sin pisar la calle no era para mi una
idea tan dura y triste como se suponía.
Fue por esa época cuando inventé
a Nathaniel Willhem. Nath era un artista que no salía jamás de su casa. Dadas
las circunstancias, no era de extrañar
que el tema de sus obras fuera siempre lo que veía en sus ventanas. A veces eran
fotos, otras veces obra plástica. Creo que este es, mas que nunca, el momento de reivindicar a Nathaniel Willhem. Estamos ante el renacimiento de un artista de nuestro tiempo.
4 comentarios:
Todo un visionario, desde luego...
IKANA, El Leonardo de renacimiento que viene . Al tiempo.
Esas fotos pueden dar mucho juego para una exposición. Dispara a discreción. ¿O no era eso? Un abrazo.
CARLOS, gracias. Las fotos las hice (las hizo Nathaniel) hace años en una premonición que tuve. Quizá me anime de nuevo con el tema.
Un abrazo
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