Recordando a Catalina
Catalina lleva viniendo a
limpiar a mi casa un porrón de años. En este tiempo, ha tenido depresiones,
algún cólico e incluso se rompió un brazo. Daba igual, nunca dejó de venir, así
se anunciara una ciclogénesis explosiva. No importaba lo que le dijeras, ella
argumentaba que, si se quedaba en casa todo el día con su marido, se volvía
loca. Y debe ser verdad porque ya es mayor y no tiene una necesidad ineludible
de trabajar pero ella no para.
A decir verdad, ahora
trabaja y enreda a partes iguales. Yo procuro quedarme en casa el día que viene
para evitar grandes desastres. Con la
edad, por ejemplo, le ha dado por encaramarse peligrosamente a la encimera, a una
silla, o al alfeizar de la ventana. Como no atiende a razones, yo me pongo a su
lado por si acaso, que parezco la señorita esa del circo que subraya con sus
manos y su sonrisa la acrobacia del saltimbanqui.
Catalina ya no viene a
casa. Está encerrada en la suya con su marido. Me llamó y me dijo, resumiendo,
que los hijos la habían atado a una silla. Estoy preocupado por su salud.
- ¿Tu que haces cuando no ves porno?, me pregunta una amiga muy
ocurrente.
- Soy asistenta
5 comentarios:
Imagina la hecatombe que vivimos para que Catalina no vaya a tu casa... esto es una pesadilla.
Cuídate mucho.
Abrazos!!
U-TOPIA, como decía una señora del Pirineo que conocí en Huesca, "esto es una cataclisis". Cuídate tu también. Un abrazo.
Agónico tiene que estar siendo ahora su tiempo
Estas mierdidas nos van a marcar para el resto de la existencia. Lo mismo a la ministra de la cosa que a la asistenta de la casa. Cuídate mucho y dosifica la basura. Un abrazo.
IKANA, ella y su marido están bien. Me ha llamado por teléfono y el panorama que pinta no puede ser mas megro. Pero teniendo en cuenta la intensidad dramática de Catalina para contar que se le ha roto un vaso he concluido que está como todos pero un poco mas de los nervios.
CARLOS, qué gran consejo. Creo que pronto veremos una nueva versión de El Tenorio en tiempos del coronavirus: Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subi y en todas partes dejé memoria amarga de mi.
ABRAZOS PARA LOS DOS
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