5 de agosto de 2016

Paisaje para una novela 85


Señora en una boda
…y dejar un día este mundo sin que ningún hombre, nunca, me haya llamado tronca.
(No hay derecho. Mamen García de Entrelilos)*

*Título y autor ficticios






4 comentarios:

carlos dijo...

¿Como para atreverse ni siquiera a tutear a la dama velada? Ésta queda para la ExpUNOción. Verdad? Un abrazo

Moisés dijo...

Todas esas Mamen, Cucas o Pilucas siempre me parecieron de otro mundo (su propio mundo donde los niños llevan todo el día uniformes escolares y ellas se tiñen indefectiblemente de rubio). Nunca las llamaron troncas, y están desapareciendo o mutando (eso me parece a mí).

Un abrazo.

Uno dijo...

CARLOS, Mariví, la protagonista de No hay derecho, pronuncia esta frase en un momento de desesperación, "viéndose incapaz de romper las barreras que delimitan su vida" dice la autora. Para entendernos: que no se ha atrevido a tirarse al fontanero.


MOISÉS, Mamen, la autora, si ha mutado. No te digo qué hecho extraordinario propició el cambio porque no quiero que me crucifiquen pero en la novela está clarísimo. Conozco hijas y nietas de Cucas y Pilucas que no han variado el modelo ni lo mas mínimo.

ABRAZOS PARA LOS DOS

carlos dijo...

Interesante trama, espero que tenga continuidad a ver sí al final le tapan la fuga. Un abrazo