Tarragona
A-7 salida a Tarragona. Pagas el peaje y ¿qué te encuentras?:
un montón de indicaciones menos la que debería llevarte a Tarragona. Media hora
después de recorrer la provincia, consigo entrar en la ciudad.
Visito brevemente Tarragona y en mi paseo descubro el monumento
a los castellers. El motivo, en mi opinión, da para algo con mas fuerza. Lo que
veo son unas figuras que recuerdan a esas anodinas estátuas que representan a
ciudadanos anónimos sin pedestal: una estudiante, un barrendero, un jubilado… Las
he visto por todo el mundo pero en ninguna de ellas vi nunca lo que vi en
Tarragona: a los hombres catalanes que forman el castell les brilla el culo por
el sobo al que ha sido sometido. Lo habrás visto visto en los pies de algunas estátuas
de santos.
No se si esto es devoción o herencia del imperio romano, tan
presente en la ciudad, pero dejo Tarragona turbado.
Salir de Tarragona, esa es otra.