30 de noviembre de 2015

Las zapas de Proust

En busca del tiempo perdido
Iba yo camino de Swann cuando vi estas zapas y me vinieron a la mente un torbellino de sensaciones y recuerdos.
Siendo mucho mas joven, una vez no me permitieron entrar en una disco por llevar bambas. Fíjate si soy antiguo y lo moderno que era.
Aquello me dio mucho prestigio durante algún tiempo. Aquel tiempo en el que ser expulsado de algo o que te multaran te convertían en un rebelde. Eso me obligó a ir un poco mas despeinado que de costumbre.
Hoy, las zapatillas de moda, tan estridentes, me horrorizan. Esto es un indicador- a falta de hijos que me lo recuerden- de que ya no soy tan rabiosamente joven. Hay otros indicios, pero son mas fáciles de ignorar.

25 de noviembre de 2015

Ya he visto esa película


El bosque
El título original es The village y cuenta la historia de un idílico lugar cuyos habitantes viven atemorizados por unos seres peligrosos que habitan en el bosque que rodea su aldea. Todo resulta ser un cuento urdido por los cabecillas para manejarles a su antojo. Lo que no recuerdo es si esos horribles seres eran españoles o árabes.
El film Vulcania cuenta una historia similar en un escenario diferente. A pesar del deja vu, en Sitges se aplaudió bastante.

24 de noviembre de 2015

Y sin embargo te quiero


Spectre
Me lo dijeron mil veces mas yo nunca quise prestar atención. La última de 007 no ha gustado mucho pero yo siempre pensé que Daniel compensaría los posibles errores de la peli. No es así. A Mr. Craig le sobra carisma y un par de kilos (tampoco mas) y a Spectre le falta ritmo y le sobran metros, si es que se puede hablar de metraje en la era digital.
Este edificio de Londres frente a la Tate Britain se lo carga entero Christoph Waltz, el villano de Spectre, dispuesto a ser el mas malo del cine mundial. Ya se que es ficción pero por una vez no me hubiera importado que lo volaran.

21 de noviembre de 2015

Estreñimiento y Toilet Art


Crear es sufrir
Hay personas que evacuan rápidamente, con una facilidad pasmosa. Esas nunca dejarán huella en el Toilet Art.
La creación artística, en cualquier ámbito, requiere de esfuerzo, dedicación y tiempo.

18 de noviembre de 2015

Contamíname


Que limpien ellos
El fin de semana pasado salí a respirar un poco. Crucé al otro lado de la Sierra de Guadarrama donde el Otoño va mas avanzado, mas clara la luna brilla y se respira mejor.
A la vuelta, mi abuela la alcaldesa recomendaba los 70Km/h en los accesos a Madrid por contaminación. Ni caso, no vi a nadie hacerlo.  
Leo que pillaron a ciento y pico -¿solo? -sin respetar el límite de velocidad pero que Carmena les ha perdonado la multa. 
Ya se sabe que los abuelos están para malcriarnos.


16 de noviembre de 2015

Los mercados

Muy sensiblitos los veo yo.
Todo les afecta. Tiembla La Mancha o vota un birmano en Myanmar y suben las chirlas. Gana uno de izquierdas o tose el Popocatepetl y le bajan la calificación a Vigo.
Lo de los mercados es un misterio mas grande que lo de la Santísima Trinidad. Y un sinvivir. La otra tarde quedé con un bloguero e iba yo acojonado pensando en cómo reaccionarían los mercados. Porque esa es otra: se enteran de todo. 


 

15 de noviembre de 2015

Paris, Francia





10 de noviembre de 2015

Qué mala es la envidia



Confieso que fui malo
Napoleón dijo que la envidia es una declaración de inferioridad. Yo me fío mucho de Napoleón porque los bajitos, de esto, saben. O sabemos, que ya no se como está hoy esto de las tallas.
Desear lo que tiene otro no tiene por qué ser envidia. Es envidia cochina cuando aquello de lo que el otro disfruta te causa una ulcera sangrante.
Trabajé con un envidioso que procuraba mi desgracia con todas sus fuerzas. En vez de alejarme de él, me convertí en su benefactor. Su sufrimiento se hizo insoportable. Y su factura mensual de Pepto-Bismol insostenible.
Si quieres ser malo con alguien que te envidia, se bueno con él.



6 de noviembre de 2015

Mi hermosa lavandería

Coladas para el recuerdo
En mi rabiosa juventud hubo un momento en el que ligué mucho en la lavandería. Vivía en Londres, el único sitio donde un español pobre no tenía lavadora en casa.
Esa espera, ese cigarrito… Quizá fueran los efluvios del blanqueador, el meneo del centrifugado o cierto descaro en la forma de oler los gayumbos para comprobar el perfume del suavizante… No se, pero todo respiraba amor en aquel local.
Hoy no están de moda las lavanderías pero entonces no había película indie que se preciara que no tuviera una en alguna escena. Había lavanderías en la publicidad, en el porno…
Todo esto viene a que me ha dicho el técnico que tengo que cambiar la lavadora y me pregunto si no estaré perdiéndome algo.

4 de noviembre de 2015

El cielo y el suelo


Madrid
Este verano, un tipo (no mencionaré etnia ni edad para que no me acuses de algo) tiró al suelo una lata de cerveza vacía mientras esperaba en el semáforo al volante de su fragoneta. Cayó la lata a mis pies, la recogí y la metí en una papelera que había allí mismo. El marrano y sus colegas primero me miraron como a un loco. Luego, se rieron de mi.
Manolita Carmena también ha comprendido que, mas allá de la nefasta gestión de la limpieza, en Madrid hay un problema de marranismo endémico. Leo que está poniendo en marcha una campaña de sensibilización bajo el lema Madrid al cielo si, al suelo no.
Se agradece la intención pero creeme si te digo que sería mucho mas eficaz que Manuela me diera la inmunidad y una pistola.


1 de noviembre de 2015

Muertos vivientes


La foto que no hice.
Desde hace algún tiempo, funciona en mi barrio un after que, los domingos por la mañana, me proporciona escenas impagables cuando los habituales coinciden a la salida con los que, a su vez, salen de misa.
Lívidos, de negro y con ojeras (me refiero a los del after), se resisten a volver a casa y la duermen en la acera, se sientan en alguna terraza a tomar la última o un chocolate con churros, vomitan, discuten con los polis…cosas suyas, a decir verdad, sin armar bulla.
Este domingo el panorama se remataba con algunos disfraces de esqueleto y pequeños retoques de atrezzo del Jalogüin. Y en eso que, por la esquina, aparece el señor Punset que viene del quiosco con su periódico. Eduard, con los pelos mas de punta de lo habitual, intentaba alcanzar su portal a través del grupo de zombies.
Yo, con mi cámara en mano, no disparé. Me quedé paralizado.Tuve miedo.