29 de abril de 2010

Si yo tuviera un martillo

Si yo tuviera un martillo machacaría a los fanáticos. A todos.

Pete Seeger (We shall overcome) cantante folk muy comprometido políticamente compuso If I had a hammer, canción que se convertiría con el tiempo en uno de los himnos de los Derechos Civiles. En los 60 fue un gran éxito en las voces de Peter, Paul & Mary o Trini López entre muchos otros. Hay incluso una magnífica versión de Aretha Franklin.
Pero uno no sería Uno si no eligiera entre todas la versiónes la de Debbie Reinolds. ¿Debbie cantante protesta? Dale una canción y una buena peluca y ella puede con lo que le echen. No te la pierdas (Quiero dedicar este bonito video de Debbie que lleva por título Si yo tuviera un martillo a Calamarin que me estará escuchando)

Bonus track: Donatemi un martello, la versión italiana despolitizada de
Rita Pavone que arrasaría en Europa.

Acabados los fanáticos, me cargaría las Torres de Colón (in Madrid, yes)

26 de abril de 2010

Aluche



No es casualidad que la estación de metro que sigue a la de Aluche sea Empalme.
Cuánta testosterona en esas discos adolescentes de domingo por la tarde.
Cuando yo era quinceañero la cosa iba asi: ligabas con una un domingo y quedabais en veros al siguiente domingo en la misma disco. Si no querías perderla, el tercer domingo tenías que ir a buscarla a la salida del metro para entrar juntos a la disco (no era por la pasta, ellas no pagaban). El paso siguiente te obligaba a ir a esperarla en la entrada del metro de su barrio. El de aquella chica era el metro de Aluche. Así llegué por primera vez a ese popular barrio madrileño.
Acabado este idilio (el siguiente paso era su portal y uno por principio no llegaba tan lejos) no volví a Aluche hasta aquellas tardes porreras con sabor a cognac, cuando Adolfo me invitaba a su casa a montarnos lo que el definía como “un cadáver exquisito, una obra de arte a dos manos”.

Entre tu y yo, no era para tanto pero a mi un buen título siempre me ha podido.

Estos viejos recuerdos surgen a raíz de una quedada con prestigiosos y encantadores blogueros donde surgió espontáneamente el tema de moda: Aluche. Decían los mas expertos que en los 80 deambulaban por este barrio muchos zombies recién salidos de la vecina cárcel de Carabanchel, lo que dio mala fama al barrio.
Cadáveres, zombies… Pensarás que Aluche es un lugar terrorífico. Pues de eso nada. Aluche es un alegre barrio que cuenta, por poner solo un ejemplo de sus bondades, con el índice mesa/m2 de acera mas alto de Madrid. Lo que le convierte automáticamente en la mayor área de terrazas de la Unión Europea (datos del Instituto UT).




Dos canciones como banda sonora para mi particular Aluche: I love to love (Alforte sabe de esto) y New
York state of mind, legado del viejo Adolfo(To the heart es uno de mis LP favoritos de todos los tiempos)


24 de abril de 2010

Playa 2. Los tíos

A Theodore que predijo esta entrada como si me hubiera parido.

No siempre he ido a la playa con mis tías.
Una vez fui a Ibiza con un amigo sueco muy pijo. Se empeñaba en que nos hiciéramos amigos de todos los príncipes italianos de la playa. Lo malo de los príncipes italianos de la playa es que luego van a cenar fritanga al peor barucho de la ciudad. Aunque eso si, vestidos de príncipes.
Una noche, devoraban el rancho del barucho los italianos con un estilazo que no veas, mientras se nos quejaban de que Ibiza ya no era lo que había sido. Lo resumían en una frase: Ibiza está llena de peluqueras. Fue entonces cuando el rey de los príncipes se dirigió a mi interesándose por mi medio de vida.
- Parruchiere, le dije.
A mi amigo se le atragantó la fritanga. Luego se hizo el sueco.

La magía.
Yo era de quedarme en la playa hasta que se ponía el último rayo de sol. Los amigos se cansaban. Me dejaban solo. Era el momento mágico del día. Esa luz última en la playa desierta era un espectáculo.
Un día descubrí que no estaba solo, que éramos dos los espectadores. Ese atardecer fue menos mágico, pero igualmente espectacular.

Clint.
Otro día fui desde Ibiza a una playa de Formentera a encontrarme con un amigo catalán. El no apareció pero, a mi, se me apareció Clint Eastwood.
Impacto súbito. Esa noche dormí en la playa.
¿Qué no era Clint Eastwood?
Porque tu lo digas.

Ni un donuts.
Junto a la playa de Bondy, había una pequeña caravana de esas que venden alimentos. Sobre ella un enorme cartel luminoso: CHURROS, subtitulado Spanish Donoughts.
En la playa de Bondy no me comí una rosca.
1.Pih Pih Island/2.Playa del Montepío/3.Varadero/4.Miami beach/5. Bondy beach

22 de abril de 2010

Playa 1. Las tías

La tía Fina era de Villajoyosa, hablaba en castellano con dificultad y un acento valenciano muy marcado. Cuando cantaba copla sin embargo, tenía acento andaluz.
Era como Rosa de España que hablaba con acentazo gaditano pero, cuando se arrancaba por Bessie Smith, clavaba el acento de Tennessee.
¿La playa dices? Es que una de las coplas que mas recuerdo de mi tía era una que decía:
En la arena de la playa
me pude a considerar:
como se quiere a una madre
no se quiere a nadie mas.
Pasaste tu por allí, ¡ay de mi!
y te quise mas que a ella
al momento en que te vi.

Qué peligro tiene la playa. Se lo decía el otro día a Runagays (no te pierdas mirando al mar) que es quien me ha inspirado esta entrada.
Te pones a mirar al mar y la cabeza se pone a viajar por su cuenta. Milagro si no la pierdes. Yo he perdido la cabeza mas de una vez por culpa de la playa.

Recuerdo la primera vez:
Ella era francesa y él también. Ella era la chica mas guapa de la playa. El era un chico. Para estar con ella, yo tenía que jugar con su padre a la petanca. Para no estar con el tenía que hacer muchos equilibrios.
A ella yo le llevaba helados. El me traía la pelota con una sonrisa cada vez que, jugando en la arena, se me escapaba.
Desde el pequeño hotel de la playa en que nos alojábamos, mi tía Margarita nos observaba. Si, otra tía. Esta es esa tía que, en la terraza del hotel, presume de sobrino y del pedazo de novia francesa del sobrino.
Fue una noche en la playa. Al día siguiente yo volvía a Madrid con mi tía.
No podía defraudarla.

20 de abril de 2010

Attack of the 50ft.man

El ataque del hombre de 50 pies o cómo hacer para poner la foto de un maromazo a ver si levanto un poco esto

El otrora castizo barrio de Chamberí, lleva algún tiempo amenazado por este remedo de Daryl Hannah en gayumbos CK.
Claro que la película de Hannah era a su vez el remake de una peli del 1958 protagonizada por Alisson Hayes: Attack of the 50 ft woman.
Es esta una de esas pelis de culto por cutres. Una rareza de bajísimo presupuesto con efectos especiales penosos. Sin embargo, su cartel en alguna ocasión llego a ser clasificado como el 8º mejor cartel de cine todos los tiempos.
La peli viene a contar como se crece una mujer cuando le ponen los cuernos.
El gigantesco maromo que ataca Chamberí no es ni mas ni menos que el Sr. Verdasco, orgullo de la villa y corte,
de profesión sus raquetas. Y ahora también, sus pelotas.

19 de abril de 2010

Rumanos

No conozco Rumanía. Hasta hace poco, los únicos rumanos que conocía eran los rumanos que roban en el metro. Esos que me han insultado, me han escupido a la cara y me han amenazado de muerte por avisar a otros viajeros y evitar que les robaran.
También conocía los grupos de niños rumanos, gitanos, que acechan a las ancianas de mi barrio en los cajeros automáticos y roban en las terrazas de los bares.

En mi barrio, además de muchas ancianas y muchas terrazas, hay muchas iglesias así que les han prestado una a los rumanos. Ahora los domingos el barrio se llena de otros rumanos muy distintos, Tienen un inconfundible aire extranjero pero nada inquietante.
No creo que sean todos tan religiosos (hay tanta gente dentro como fuera de la iglesia) pero tantos rumanos juntos atraen a otros que ven posibilidades de intercambiar experiencias o hacer negocio. Ya han abierto una tienda de envíos y publicaciones en rumano junto al templo: ¡Ay los mercaderes!
Uno no puede evitar su instinto de supervivencia pero ahora los domingos observo a estos otros rumanos e intento superar mis prejuicios.

ULTIMA HORA: Hoy, en el periódico, Espe de Madrid, la tan poco ortodoxa presidenta, besaba a una niñita vestida de rumana en la colocación de la primera piedra de la que será la Catedral de los rumanos en Madrid. ¡Mas iglesias! Dios nos coja confesaos.

16 de abril de 2010

Extranjero 2

Yo siempre quise ser extranjero. Desde muy niño

Me pasaba los días en el museo del Prado viendo extranjeros y aprendiendo.

Entiéndeme: en aquella España, frente a tanto gris marengo y tanta cara de mala leche, los extranjeros eran ricos, felices y tenían pintas interesantes.

Con el tiempo, si bien no conseguí enriquecerme ni ser tan feliz, adquirí un cierto estilo que, a nivel de mi barrio, era, cuando menos, chocante. Tampoco puedo asegurar que esto se debiera exclusivamente a lo aprendido en El Prado pues anteriormente ya había dado yo muestras de tener una clara tendencia al estilismo.


Además del master en El Prado, amplié mi preparación como
extranjero con estudios de inglés y francés y devoraba toda revista foránea que caía en mis manos ya fuera argentina, francesa, de cine o de bricolage.

A los 18 años, en Paris, fui extranjero por primera vez. Con esa preparación, como te puedes imaginar, lo bordé.

Y es que algunos hacen de ser extranjero un arte: Rafaella Carrá. Y otros, insisten en comer pata negra en Samarkanda.


Finalmente aprendí que se puede ser extranjero por convicción sin necesidad de viajar tanto. Lo supe una noche en Ibiza gracias a una mujer espectacular que brillaba en la barra de una disco.
Uno: - Oye, y tu ¿de dónde eres?

Ella: - Extranjera. Y pasando su mano abierta entre su cara y la mía añadíó: de Getafe.




Y también: Extranjero

15 de abril de 2010

Cursi

Qué poco tacto tiene la clase médica. Qué necesitada está de aprendizaje sobre el proceso de comunicar un diagnóstico. Un poco de psicología, por favor.

Tengo bajón. Estoy desanimado, inapetente. Y un poquito irritable.

Fui a la doctora que me ha pedido análisis de todo (hoy te hacen análisis hasta para curarte un catarro). Según la doctora todo está en orden y no debo preocuparme.
- Lo que tu tienes es Astenia primaveral.


¿Astenia yo? ¿Tengo yo pinta de tener Astenia? Yo no tengo Astenia, señora. En todo caso, tendré spleen.

¡Será cursi!

13 de abril de 2010

Exhibicionismo

Llevo toda la vida intentando quitarme el sambenito de exhibicionista pero no hay manera.
Tenía yo diez años cuando una vecina se quejó a mi madre de que su niña (de mi edad) cuando ponía una silla sobre una mesa, sacaba la cabeza por un ventanuco del patio de su casa y giraba el cuello 90 grados con peligro de descoyuntarse, podía verme desnudo en mi habitación. Mi madre me llamó la atención aunque le juré que era sin querer.

Que me gusta estar desnudo es algo que tengo clarísimo. Fui pionero del nudismo en esas
playas de España y lo disfruto siempre que puedo y creo que no molesto. Pero exhibirme es algo impensable para mi que no he hecho un striptease ni en la intimidad. Qué mas quisiera yo que tener ese desparpajo y esa gracia que gastan algunos en desvestirse.
Es algo de familia, no tenemos conciencia de que mostrar el cuerpo sea malo. A mi hermano, que fue uno de esos niños grandotes de desarrollo precoz, había que pararle para que no enseñara su operación de fimosis a las visitas a la primera de cambio.

Ahora leo por ahí que lo que los blogueros hacemos es exhibicionismo verbal. Ya estamos otra vez.

Claro que si te fías de la definición de la Wikipedia*, lo mismo si. Lo mismo somos una panda de exhibicionistas.

*En sentido amplio el exhibicionismo es la inclinación de un individuo a exponerse en público de forma espontánea y excesiva, sin ajustarse a las normas sociales. Dicha inclinación implica también el continuo hablar de convicciones, sentimientos, capacidades, aversiones o gustos, sin invitación previa para ello. Mostrarse de forma ostentosa puede ser también una forma de exhibicionismo.

12 de abril de 2010

Cántame

Cuando mi abuela se veía pillada en una conversación que daba un giro que no le era favorable, sacaba su gran vozarrón e interpretaba a voz en grito:
¡Arenal de Sevilla y olé, Torre del Oro!…, dando por acabada la conversación.
Mi abuela era de Avila.

Hace poco me explicaban que un método que aconsejan algunos psicólogos para despejar la mente de ideas que nos entristecen, nos obsesionan o nos hacen daño es ponerse a cantar, aunque sea mentalmente.
Por eso antes se cantaba mas: por la calle, en el andamio o haciendo las labores del hogar. Deprimirse era un lujo impensable así que, sin necesidad de contar tu vida a un argentino, te cantabas Pena, penita, pena o Nessuno mi puo giudicare y te quedabas como dios.

Estrenando primavera en Sevilla, instalado yo frente a la Torre del Oro de mi abuela, viendo el ir y venir de la gente atareada con la preparación de imágenes y procesiones, cosa extraña en mi, me dio por pensar:
este pueblo sevillano tan antiguo, tan sabio que tiene canciones para todo. Que sigue cantando villancicos, canta saetas y que, llegando abril, cantará sevillanas si que sabe … Aquí no hay quien se deprima.


9 de abril de 2010

Extranjero

Yo siempre quise ser extranjero. Desde muy niño.

Ser extranjero es una maravilla. Te pongo un ejemplo: ¿Tu crees que a un ruso, aunque hable español perfectamente, le afecta lo mismo que a ti oír a Jiménez Losantos en el taxi?
Como extranjero, los problemas te afectan de forma relativa. Tu, finalmente estás ahí de paso.

Ser extranjero disimula tus defectos y te da un plus de exotismo.
Cuando viví en
Londres, solía pedir disculpas por mi natural sosería, jurando que en español yo era mucho mas ocurrente.

El consuelo de los que hemos tenido vocación pero no el talento suficiente para ser extranjeros, es ser turista.

Todo esto viene a que de vuelta de las vacaciones me han entrado unas enormes ganas de volver a irme. Ya he ido al dentista, a lo del banco, he recogido el paquete, he pagado lo del lavavajillas… O me largo o esto es un sinvivir.
Solo tengo que coger el coche, salir a la carretera y el plan es muy otro: elegir destino, elegir restaurante, elegir autoestopista… No hay color.

6 de abril de 2010

Málaga. Lo que me dejo en el tintero(4)

En un restaurante frente a la playa de Málaga un camarero rubio como la cerveza ,su brazo tatuado de 20 cm de diámetro, me mira fijamente a los ojos y me dice: te vendo la ibia. Luego llega otro y me suelta: yo cobro. Este está bien que avise porque con lo feo que es nadie lo creería.
Cuando despierto estoy en El Tintero, un enorme chiringuito
playero donde en vez de pedir el cliente, los camareros te ofrecen los platos que salen de la cocina: jibia, boquerones, langostinos, ensaladas... Un espectáculo.
Y me dejo en el tintero, para otra ocasión, muchas otras cosas porque Málaga, intimidada por la belleza de otras ciudades andaluzas, no presume pero tiene lo suyo. Ya lo creo que lo tiene.




Málaga. Qué arte (3)

Los museos de Málaga son como a mi me gustan: pequeños.
Puedes recrearte en las obras, no te cansas y al salir no tienes la sensación de que seguramente te has perdido algo muy importante.
Los espacios para empezar son interesantes. Tanto el museo Picasso (una restauración modélica en mi opinión) como el edificio racionalista que ocupa el Centro de arte contemporáneo (CAC) o la sala del Museo del Patrimonio Municipal(MUPAM) en la falda del monte, bajo el castillo de Gibralfaro, los tres que visité.
Lo malo es que coincidí con una macroexposición de Gilbert y George (CAC) y otra de Evaristo Guerra (MUPAM)) que no me interesan nada. Afortunadamente en el Picasso había una espléndida de Kupka. La colección permanente del museo es pequeña pero hay bastante obra en papel y carboncillo que me va, me va, me va.
¿El de Tita? En pañales.

Málaga santa (2)

Siempre se habla de que son guapos pero nunca de lo que trabajan. Pues aquí el de la corbata se colocaba cada día el solito los 3 millones de sillas de las procesiones de Málaga, ¡ea!

Como venía de Sevilla no pude evitar las comparaciones. En Málaga todo es mas grande (en lo procesional, quiero decir). En Sevilla como las calles son mas estrechas los tronos son mas pequeños y los costaleros se ocultan bajo las imágenes. En Málaga no. Aquí te muestro algunos portadores. Tu mismo.

En Málaga los nazarenos se ponen el capirote lo justito y no como en Sevilla que lo llevan desde el ascensor de su casa.

En estas procesiones he visto músicos, curas, buena peluquería, militares y paisanos, muchos paisanos vestidos de las cosas mas extrañas.


También magníficas tallas e imponentes tronos pero para no hacer de menos a ninguno te muestro el de la tienda Kartell, muy cerca de la Catedral
.
















































































































































5 de abril de 2010

Málaga mala (1)

Estoy muy dolido con Málaga.
Yo voy a Utrera, por poner un ejemplo, y me sacan a la Fernanda. Voy a Paris y me ponen a los Belmondo en una esquina. Sinceramente, esperaba que Málaga me pusiera a Melanie a tiro.


He visto a Theodore, eso si, pero porque me lo he currado yo. Y en este apartado, otra amonestación para el Turismo de Málaga que debería tener a Theodore en sus guías.
Theodore tiene todo el encanto que se adivina en su blog. Abusé de él en el peor sentido. Le tuve de cicerone de un lado a otro mas allá de lo razonable. Y lo que es mas, aguantó mis batallitas con una paciencia encomiable.

Afortunadamente en Málaga estos días me he encontrado con Dios y la Virgen en cada esquina y ya he pedido perdon.