13 de marzo de 2014
La calma
17 de abril de 2011
1 de diciembre de 2010
A propósito de Barbie
A propósito de Ken
La semana pasada fui a una exposición de Barbies y algún que otro Ken En esta exposición se ha aplicado la discriminación positiva a lo bestia. Aquí mandan ellas. Para que luego digan.
Sinatra. Estos días en los comentarios de Café Olé, aprendí que el cantante había regalado un perro a Marilyn Monroe: Maf (de mafia). Se ve que Frank tenía mas que asumida su relación con el hampa. Un tipo listo y escocés, Andrew O´Hagan ha escrito una novela con el título de La vida y opiniones de Maf, el perro, sobre su amiga Marilyn Monroe (aquí mas).
Clark Gable. Como la mayoría de ellos, de mero comparsa. Aquí en el papel de Red Butler acompañando a Vivien - Scarlet - Leigh en Lo que el viento se llevó.Desi Arnaz (Bush también le llamaba Ansar). Fue un exiliado cubano en los USA que tuvo cierto éxito como músico. La fama le llegó de la mano de su esposa Lucille Ball y su serie I love Lucy donde interpretaba el papel de marido de la estrella.
A propósito de Audrey
La semana pasada vi a Audrey Hepburn en un exposición de Barbies.
Como la han convertido en icono hortera de modernos y otras especies afines me negaba a publicar su Barbie.
Esta masificación de todo es una lata, sinceramente. Estoy seguro que en algún piso de diseño de algún barrio periférico hay una Audrey en el salón con dos metros de pamela que ha comprado alguien que sabe aproximadamente como se llama, que no ha visto ninguna de sus películas y, lo que es peor, ni siquiera es gay. Pero qué coño, me gusta mucho Audrey. Y Eliza Doolitle y Sabrina y Holly y aquella de Dos en la carretera.
30 de noviembre de 2010
A propósito de Marilyn
29 de noviembre de 2010
A propósito de Lucille
28 de noviembre de 2010
A propósito de Cher
Hace unos días vi a Cher en una exposición de Barbies. Bueno también la he visto últimamente en un montón de portadas. La diva ha vuelto a reencarnarse una vez mas.
Aquí Burlesque Se han inventado que Cristina - ¿o es Christina?- Aguilera no quería hacer su peli si no participaba Cher. La verdad es que es una idea estupenda para que todo el mundo hable de una peli que de otra forma a nadie le hubiera importado un cojón (desconozco lo que es un bledo) A Cristina Aguilera en mi viejo barrio se la hubiera clasificado como un pedo envuelto (no creo que esto necesite mucha explicación) No quiero quitarle su mérito porque a pesar del marketing y la pasta que pongan detrás, hay que ser fuerte y tener mucha determinación, voz y morro para hacer la carrera que lleva esta chica. Incluso es posible que hasta sea listísima y se le haya ocurrido a ella lo de Cher. A mi lo que me parece una pena es que con todo ese esfuerzo y esa pasta todo lo que han fabricado es una mas que canta se mueve y se disfraza de zorrupia como cualquiera de las otras cantantes. La que no se parece a nadie es Cher. Hasta se somete a cirugías continuamente para seguir pareciéndose a si misma.
25 de noviembre de 2010
A propósito de Liz
Ayer vi a Liz Taylor en una exposición de Barbies. También he leido que se va a publicar en español Furious love sobre el romance de Liz y Richard Burton.Todo esto me hizo recordar este viejo relato de mi cosecha:
Mamá quiero ser ministraRegina no sabía ni lo que era. A tía Claudia le dio un ataque de risa que trataba de calmar estrechando a Paquito contra su pecho. Valeria intentaba quitarle importancia, haciendo ver que era una gracia más de su hijo: ese trasto mimado al que le gusta tanto escandalizar a sus tías.
-¿Ministra, qué? -preguntaba la tía Regina.
-Ministra portavoz -contestó Paquito muy serio, con lo que la tía Claudia retomaba la risa aun con más fuerza. No entienden nada -se decía Paquito, y se fue enfadado a su cuarto desde donde aún escuchaba el hipo lejano de la risa de su tía. ¿Por qué no puedo yo ser de mayor ministra portavoz? A ver, ¿por qué?
Eso de hablar y que todos le escuchen es, sobre todas las cosas de este mundo, el mayor placer de Paquito. Claro que, sólo en esas tardes con su madre y sus tías consigue el pobre chaval reunir algún público, aunque, eso si, entregado como pocos. Fuera de este círculo no es muy popular. Para sus compañeros es un niño raro que no encaja en sus juegos. Para su padre, ese hijo apocado y feo con el que ha cumplido como marido y ya está. Hijo único, se cría entre tres solteronas anacrónicas: sus dos tías y su madre (que ejerce de ello en lo esencial) que le halagan y le consienten hasta extremos poco recomendables. Le dan una educación de viejas chicas liberadas que le aparta de los niños de su edad que, por ejemplo, no saben nada de Liz Taylor. La tía Regina adora las viejas películas de Liz Taylor de las que tiene toda una colección en Beta. Paquito las ha visto todas varias veces, excepto algunas que su madre ha clasificado de muy fuertes. La favorita de Paquito es CLEOPATRA. Le fascina. Principalmente porque no hay una sola escena en la que Liz no cause admiración. Donde no sea el centro de atención. La entrada en Roma es su delirio.
Pero Paquito siempre fue muy realista. Sabe de sus limitaciones fuera del entorno familiar y, del mismo modo, distingue perfectamente el cine de la vida. Por eso, hace tiempo que descartó Cleopatra como modelo. Un día mientras hacía los deberes- su madre al fondo de la sala veía la televisión- Paquito descubrió a Rosa Conde. No era Cleopatra-Liz pero también llevaba esa media melenita tan mona. No tenía su trono dorado pero estaba subida en un estrado por encima de los demás. Y lo mejor de todo: hablaba y hablaba y todo el mundo estaba pendiente de lo que decía.
-¿Quién es esa señora, mamá?
-La ministra portavoz.
O sea -se dijo Paquito- que no hace falta ser reina, ni tener los ojos de Liz, ni vestidos con capa...Te haces ministra portavoz y ya está.
Con el tiempo, Paquito aprenderá que también hay ministros a los que todo el mundo escucha pero, claro, no llevan media melenita -no está bien visto en los ministros-. En realidad -descubrirá- casi nada de lo que le gusta está bien visto en los ministros. Ni siquiera está bien visto en los chicos. Paquito nunca fué ministra portavoz. Acabó casándose con una buena chica que, desde luego, valía mucho menos que él (si no que se lo pregunten a sus tías) y, al igual que su padre, cumplió como un hombre, tuvo su Paquito y se dedicó a lo suyo. Lo suyo, es una dirección general en una importante empresa de comunicación y un asesor fiscal igualito, igualito que Richard Burton.