Ande, ande, ande...

Sube la bici. Baja el tráfico

Ande, ande, ande...¿Es la Marimorena publicidad subliminal o es pura coincidencia que suene tanto en los medios?  En cualquier caso ha funcionado y las estadísticas dicen que acabamos el año con menos coches, mas bicis y sobre todo mucha mas gente que camina.  

Baja el autobús. Suben los jubilados

Con la crisis en Madrid se ha recortado el servicio de autobuses un 5,8%. Una estupenda idea de nuestros regidores que ha bajado el número de usuarios un 4%. Dicen que ahora, además, los que mas viajan en bus son los que menos pagan: los jubilados. Oye, y yo que no los veo…

Empleado del mes

El barrendero

Indultos pestilentes, corrupción, curas que apestan, turbios libertadores, juicios hediondos, políticos pringados, sucias mentiras... Porque nunca hubo tanta basura.  Porque tiene mas trabajo que nadie, otorgo el Empleado del Mes al barrendero.

En concreto, a este pedazo de profesional que lo veo muy limpio.

Paisaje para una novela 45

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Interior de Santa Sofía

Omar pensó en preguntar a aquella turista italiana si no le importaba hacerle la foto. Ella le diría que era muy torpe como fotógrafa. Sus cabezas se rozarían mirando juntos el smartphone mientras le explicaba donde apretar. Y algunas veces mas al comprobar el resultado de los disparos.

Perdona he cerrado los ojos.

¿Te importaría una mas cerca?

Qué guapa. A mi madre no le gustaría nada, pensó mientras alargaba el brazo y trataba de encuadrarse para el selfie.

(Selfies. Onan Paduk)*

*Título y autor ficticios.

Belén panorámico

Nos vemos

Estambul se ha portado muy bien conmigo. Hasta me ha proporcionado este bonito christmas para felicitarte las fiestas.  

Yo voy a desvanecerme hasta fin de año a ver si pasa todo esto. Nos vemos en el 2014. ¡Feliz año!

En la foto, estación de metro de Sishane.

Ful de Estambul

Entre mis buenos propósitos para el nuevo año tengo el de dejarte en paz con el temita.

Tengo fotos de Estambul para aburrir. Por eso, si no paro, cuando se acaben las diapos y encienda la luz no quedará nadie en el salón. Ya me ha pasado.

Así que te dejo una selección de lo mucho que te vas a perder: calle, noche, motoristas, arte urbano, pescadores, foto de estudio, algún suicida e Iniesta.  

Escalera de color

Somewhere over the rainbow

Yo hubiera jurado que era la típica escalera que si la subes de rodillas en año jubilar vas derechito al cielo gay. Pero no vi ninguna devoción en el personal.

Peluquería estambulí

A los turcos la moda de la barba les ha venido al pelo

Y es que el turco, peludo por naturaleza, ya tiene de por si tendencia a dejarse barba.

Nunca he visto un lugar con tantas peluquerías de caballero como Estambul. Muchas abiertas y animadísimas hasta la madrugada. Y es que ya se sabe que donde hay pelo hay alegría.

El Bósforo

Estambul te habla siempre de tiempos mejores

Yo he encontrado una ciudad mas moderna y mas rica que la que visité hace un porrón de años pero la silueta del viejo Estambul sigue siendo mas impresionante que los rascacielos horteras del nuevo perfil de la ciudad.

Aprendo que muchas de las bellas mansiones y palacetes de madera que a partir del siglo XVIII se construyeron las élites otomanas a las orillas del Bósforo, fueron incendiadas por sus herederos, en horas bajas, con la esperanza de que se construyeran bloques de pisos. Otras se dejaron pudrir o se dividieron en apartamentos.

Una pertinaz nevada me impidió navegar por el Bósforo en mi primera visita a la ciudad. Un día gris y desapacible del mes pasado (mal pronosticado como una bella mañana) por fin, de chiripa, pude recorrerlo.  El Bósforo se me resiste. Es una vieja treta de seducción para hacerme volver.

Contando barcos

Ahora es cuando llego al Bósforo y me pongo literario

En realidad cuento los barcos que pasan Bósforo arriba y abajo desde que tengo uso de razón. He contado petroleros rumanos, cruceros soviéticos, pequeños pesqueros que venían de Trabzon, barcos de pasajeros búlgaros, los de las líneas marítimas que van al Mar Negro, buques de observación meteorológica soviéticos, elegantes transatlánticos italianos, transportes de carbón, barcos de cabotaje registrados en Varna, cargueros despintados, descuidados y oxidados, barcos infectos y oscuros de bandera y país de procedencia indeterminados. Pero no lo cuento todo: ignoro los botes a motor que cruzan de una orilla del Bósforo a la otra a funcionarios que van a trabajar y a mujeres que vuelven del mercado llevando bolsas ni los transbordadores de las Líneas Urbanas que llevan absortos y tristes pasajeros que fuman y toman té de un rincón a otro de Estambul, porque para mi, como para mi padre, son elementos tan inseparables de mi vida como los muebles de la casa. 

(Orhan Pamuk. Estambul)

Un gran bazar

La mirada del turista

Todo Estambul es una gran tienda. Barrios enteros, pasos subterráneos, puentes, galerías, callejones, escaleras, chiscones y huecos insólitos albergan comercios de todo tipo con los horarios del chino de tu barrio y trufados con mas bares y restaurantes que una ciudad española. Super lujo en Nisantasi, zaras en la avenida Istiklal, tipismo en el Gran Bazar cubierto, nuevas zonas de tiendas para hipsters... Y mira tu en lo que me voy a fijar.

Puestos de trabajo

Los que tiran del carro.

Por fin los he conocido. Son tantos los que se atribuyen esa tarea que llegué a creer que no era mas que retórica.

Qué raro es esto del lenguaje. Cuántas cosas diferentes entendemos por un buen puesto.

Eyup Sultan

El Adalid de Mahoma

A Orhan Pamuk no le gusta el barrio que llaman Eyup. Dice que le parece un Disneyworld islámico. El día que yo llegué había una peregrinación a la tumba de Eyup Sultan en la mezquita del mismo nombre por lo que el ambiente era bastante mahometano. Es un barrio especialmente limpio y cuidado, con una amplia zona peatonal donde lo que mas llama la atención son los pequeños cementerios entre sus calles. Al fondo, en la ladera de una colina el gran cementerio de Eyup (Ver  Ciudad de losmuertos del amigo Stultifer)

Yo creo mas en los hombres que en dios así que me fui al mercado.

Las pestañas

Corramos un tupido velo

Mucho se habló de la vuelta del velo al Congreso turco, prohibido desde hace 90 años, pero casi nada del arreglo de pestañas de las diputadas. ¿Qué dice el Islam de esto? O mas bien, qué dice el señor Erdogan que anda metiéndose en todo.

Se le ha ocurrido, por ejemplo, nombrar al ayran (yogur líquido salado) bebida nacional para escándalo de los seguidores del raki (licor anisado) de toda la vida. Quiere también prohibir que chicos y chicas convivan en pisos para estudiantes no vaya a ser que tengan relaciones los unos con las otras. Qué peligro tienen los curillas: empiezan por el velo y acaban metiéndose en tu cama.

Este tipo de asuntos pasan desapercibidos en las noticias pero uno se fija en ellos cuando va a viajar a ese país. Claro que a la vuelta al mío había un obispo defendiendo la sumisión de la mujer en el matrimonio y la Religión había estado a punto de volver a ser asignatura obligatoria en nuestros colegios.