Pero
estoy en ello.
Cuando
naces en una dictadura aprendes a desaparecer mimetizándote exteriormente con
el ambiente reinante mas que nada por sobrevivir, a ser posible, fuera de la
trena.
Cuando
descubres que no eres heterosexual y sabes al detalle que es lo que ellos piensan
de ti, aprendes a confundirte en la masa, no vaya a ser que alguno tenga el
capricho de arruinarte la vida.
Cuando
ya no hay dictadura y las leyes impiden que te discriminen por tu orientación
sexual aún tienes que hacer un esfuerzo por ser tu mismo. Desactivar el
mecanismo de defensa no es fácil cuando las has visto de todos los colores.