Hamburgo
Esa añoranza de un mar que no tenemos, que se nos supone a los
madrileños, en mi caso tiene la forma de un puerto, nunca de una playa.
Y para puerto, el de Hamburgo. Disfruté visitándolo como un guarro
en una charca. Esta sobredosis de paisaje industrial fue un subidón que meses
después no he olvidado. No solo me parece
hermoso, me parece inspirador. Veo en el óxido y las gruas arte, aventuras,
peligro, corporaciones que dominan el mundo, espionaje, hombres que huyen de su
pasado, veo a Marlowe y a Maigret. Veo a Mondrian, a Chillida. A Bond y a
Gloria Graham. ¿Quién da mas?