31 de diciembre de 2020

El bloguero le felicita las fiestas

Llámalo "crismas"

No he querido despedir 2020 sin felictarte el nuevo año. 2021 viene, como todos los años por estas fechas, cargadito de ilusiones. Quédemonos con eso. Hoy hay que creerselo todo. Tragarse hasta las uvas. Muchas, muchas felicidades.


 

27 de noviembre de 2020

De mayor quiero ser hater

O influyente *

Escucho los consejos de los que me quieren, me  abro al mundo de nuevo y pongo la tele. ¿Qué me encuentro? Un anuncio, naturalmente. En el comercial escucho: eramos unos haters de los seguros de salud… Apago la tele. Definitivamente aun no estoy preparado para la nueva normalidad.

 

(*) influencer, para entendernos.

 

 

 


 

19 de noviembre de 2020

Por fin una buena noticia

¡Aleluya!

Salgo de mi encierro y paseo por el barrio como un turista. Qué bonitas las calles en Otoño. Los bares han puesto terrazas ocupando plazas de aparcamiento. Sus sombrillas dan a ChamberÍ un aire playero. Claro que algunos ya han sustituido las sombrillas por una estructura mas sólida capaz de soportar las dos plantas que van a levantar en cuanto no mire el guardia. Han cerrado algunos negocios y también descubro alguno nuevo. Y de repente, al fondo, ante mi, una imagen mil veces soñada: están desmantelando el capirote de las torres de Colón.

No se que nueva tropelía permitirán cometer a los constructores pero merecerá la pena a cambio de librar a la ciudad de la vergüenza de tan ridículo capirote.

Hacía tiempo que no escribía nada en este blog porque para dar malas noticias ya está Tele5. Esta es buena: Dios aprieta pero no ahoga.

 

 


 

26 de octubre de 2020

Qué majos.

Los políticos, digo. 

El Ayuntamiento de Madrid, en lo festivo, cuando quiere ponerse fino se pone goyesco. A mi se me ocurren un par de pinturas negras que ilustrarían mejor la situación actual de los madrileños pero el Consistorio ha optado por un Goya mas popular, claro. 

No dejo de preguntarme qué necesidad había de hacernos esto.


 

21 de octubre de 2020

¿Por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti?

Vivo cantando

Quince minutos bajo la ducha ni es sostenible, ni es solidario, ni se si puedo permitírmelo. Pero si renuncio a mi actuación en la ducha de cada mañana, ¿qué me queda?. 

Tengo un repertorio muy amplio, no creas,  pero hoy todo han sido boleros. Letras de desamor llenas de reproches: …hoy resulta que no soy de la estatura de tu vida. 

Me he despachado a gusto con la esponja que es lo mas parecido a un ser humano que me acompaña en mi ducha desde que llegó el covid. Voy a borrar de mi boca los besos que un día me diera tu boca maldita, le he dicho y todo. Una vez aclarado que no me enrollo con la esponja porque yo no quiero, puedo afrontar mi día perfectamente, solo como un perro abandonado en el pandémico descampado en el que mueren cada día - deja tu ya mis sueños - mis necesidades.

 

 


 

9 de octubre de 2020

Prefiero soñar

Madrid me mata

Confinados para proceder a su gaseamiento, los madrileños se inmolan para salvar a la Humanidad. Ya no queda otra salida. 

Alguna cree que si la hay. Nunca fue muy lista. Con esa cara de loca es imposible que pase desapercibida. La mascarilla deja al descubierto sus ojos, demasiado grandes, demasiado abiertos para ser humanos. La muñeca asesina fue interceptada por sus victimas cuando trataba de huir del gaseamiento por el túnel de la risa.

Los madrileños cayeron sobre ella como una plaga de langosta y, en a penas unos segundos, en el suelo solo quedaba el mecanismo que la animaba.


 

2 de octubre de 2020

Empieza a pesarme la pandemia

Terapia

Siempre pensé que esto iba para largo y me preparé mentalmente para ello. No contaba con Ayuso. Ahora me parece interminable y, ahí, ya desbarro.

La pandemia me ha pasado factura:

un rodillo, una bandeja, papel para marcar los límites y dos tipos de pintura. Este fin de semana voy a pintar una pared. He tocado fondo.

 

 


 

16 de septiembre de 2020

Fashion week



 

Estamos de moda

Tenemos los datos mas alarmantes de la incidencia de la pandemia a nivel planetario. 

Veo en la tele a los dirigentes madrileños que nos han pastoreado hasta aquí y me pregunto si, de verdad, alguien, alguna vez, pensó que estos dos estaban capacitados para manejar algo así. 

¿Para cuando la puesta en marcha del reconocimiento facial de la inoperancia?

 

 

 

30 de agosto de 2020

Lo que se ha perdido el mundo

Hace un año que no estoy en modo playa.

Seguramente en ningún otro lugar he sido tan feliz como en la playa. En ningún sitio mas atractivo, mas divertido, mas interesante. Seguramente porque siempre he estado allí de vacaciones.

Por estas fechas, con el bronceado se me iba la sonrisa por el desagüe y volvía, intacto, ese gesto de mala uva. Ya no era tan simpático. Volvia yo. O quizá desaparecía de nuevo.

 

Estoy un poquito aburrido de mi versión covid.


 

17 de agosto de 2020

Marilyn Monroe

In memoriam

La foto de las calles de Madrid vacías en Agosto ha perdido interés. Total, igual de vacías estaban durante el Confinamiento.

La otra gran noticia de Agosto, un clásico, era el aniversario de la muerte de Marilyn que aparecía cada año puntualmente en los diarios  para llenar el hueco que dejaba la falta de actividad parlamentaria y el cierre de la mayoría de los negocios de la ciudad.

Hoy el Covid19 no deja hueco para nadie. Ni siquiera se ha salvado Marilyn.

 

 

 

 

11 de agosto de 2020

La Virgen de la Mascarilla

Miedo me da.

El día 15 se celebran las fiestas patronales correspondiente al inmenso número de vírgenes que tenemos en este país. Una gran riqueza cultural, si. El próximo día 15 son las Fiestas del Pueblo. Y estoy acojonado.

En fiestas hay que pasarse, es lo suyo. Un compañero de trabajo, un señor muy serio, me contó que una vez su padre le pilló, con otros mozos del pueblo, follándose a una vaca en el rio.

- Pero, ¡Igínio!

- Padre, copón, ¡que estamos en fiestas!

Espero que la distancia social ponga a salvo a las vacas y de paso nos salve a todos de los excesos tradicionales de la devoción mariana.

No hay que cantar Asturias patria querida que incita a abrazar a los amigos por el cuello. Hay madrigales.

 

 

 

25 de julio de 2020

Sustos por pecadores


Abuelito dime tu.
Cuando eres joven no es que no sepas que te vas a morir pero es un asunto que no aparece por tu cabeza ni de broma. Añádele a eso la irresponsable insistencia en los medios de la falta de gravedad del Covid19 en la juventud y la irrefrenable deriva al acercamiento social propia de sus feromonas y ahí lo tienes: el retroceso.
Estamos programados para cuidar y defender a nuestras crías contra viento y marea por eso, digo yo, ha costado tanto poner nombre al problema. Pero todos sabíamos quienes son los justos y quienes los pecadores. No son los únicos claro. Hay muchos irresponsables que no van de botellón.
Hay que sacar a esos chicos de las discos. Y a los ancianos de las ucis con un cartel que diga: yo no te lo haría.



9 de julio de 2020

Fuencarral


El sueño eterno.
Hará veinte años, un agente inmobiliario me llamó por teléfono porque, según él, yo me había interesado por un piso junto a la Castellana. Le dije que se había equivocado de magnate e insistió hasta que, a punto de colgarle, confesó que el piso estaba en Fuencarral. Un antiguo pueblo de Madrid que nunca termina de parecer un barrio. Y efectivamente hay un proyecto de prolongar la Castellana hasta aquellos territorios cuyo origen se remonta a Don Pelayo.

Hoy al visitar Fuencarral descubro que a leyenda de La prolongación de la Castellana sigue alimentando los sueños de los fuencarraleros y es el único manual de estilo que reconozco en la arquitectura del lugar. Algunas casuchas del pueblo están arregladas con acabados de lujo o diseño del bueno, preparadas para el gran día. Desgraciadamente la excelencia de cada una de esas reformas no mejora el aspecto caótico del conjunto.
Estos sueños a largo plazo estaban muy bien cuando teníamos una esperanza de vida casi japonesa. Hoy en Fuencarral iban todos con mascarilla.


 

5 de julio de 2020

La conjura de los necios


Boda transgresora.
Me cuentan de modos de burlar las normas que limitan el calibre de los bodorrios. Trampas con los metros cuadrados de la finca, móviles en modo avión para evitar la geolocalización… No entiendo nada pero entiendo menos a esas señoras jugando a ser las malas de la ultima fila del Insti.
¿Qué mejor modo de celebrar el inicio de un matrimonio que cargándose a unos cuantos amigos?  Convierta su boda en el último foco de infección de la temporada.



28 de junio de 2020

Morir un poco


Confinado
Finado es una palabra graciosa que solía emplearse mucho en las comedias para referirse al muerto. Ahí os lo dejo a los etimólogos.
Descanse en Paz
Estando confinados, algunos encontraron la paz perdida en la vorágine del viejo día a día.

Parece que mas que nunca hemos convivido con la muerte.
 
No se si me acompañarás en estos sentimientos pero de cualquier forma ya lo dejo aquí, que no me gusta extenderme en los textos.


 

19 de junio de 2020

Dia 100. Acaba la Alarma empieza el verano.

Tu eliges, tu decides.
100 días es un bonito número para dar por cerrada una etapa. Ahora toca inventar una nueva.
¿Cómo será? Ya lo habrás oído:Todo depende de la Evolución.
La Evolución ha pasado a ser el centro de nuestra existencia. Todo pasa por ella. Tu vida, la bolsa, el bautizo de tu prima y el precio del boquerón. A ella invocamos en nuestras plegarias, A ella confiamos nuestros anhelos, nuestros sueños, nuestras vidas.
Lo peor no es que dependamos tanto de la Evolución de la Pandemia, lo peor es que la Evolución depende de nosotros.


 

7 de junio de 2020

Desconfinado. Dia 87


Fase2. Ya me puedo casar
Menos mal, porque ya se me estaba pasando el arroz. Lo que veo complicado es buscar pareja con mascarilla. Sobre todo si no tienes ojos morunos, soñadores o algo y tu principal atractivo, como en mi caso, reside en el encanto de tu sonrisa.
Pero ya se sabe que el que hace la ley hace la trampa. ¿Cómo te vas a casar y mantenerte a 2 metros del amor de tu vida?  La cosa hace aguas hasta en la propia ceremonia. ¿Le pones el anillo con guantes?... Yo no lo veo.





29 de mayo de 2020

Confinado. Día79.


Oh là, là, la normalité!
Una vez estuve invitado en uno de los grandes hoteles de La Croisette aunque, si no conoces Cannes, el nombre del hotel te lo situaría en la categoría hostal con baño en el pasillo.
El Hotel Martínez, como otros grandes hoteles de la ciudad, tiene su playa privada. La han dividido en pequeños corralitos separados entre si por una pequeña vallita de tablas. En cada cubículo resultante, el espacio justo para dos hamacas y una minúscula mesita que las separa. Un pasillito de tablas a ti te permite acceder a la playa y a los camareros acercarte el champagne. Si, hay servicio de camareros y de toallas. Las del hotel no sirven, estas de la playa se pagan aparte junto con el alquiler del corralito, el champagne y las ostras. Ser huésped del hotel solo te permite poder acceder a este lugar privilegiado.
Como te digo, yo estaba invitado y eso incluía todos mis gastos pero no duré en esa playa ni diez minutos Qué angustia estar encerrado en tu parcelita junto a otros afortunados encerrados en las suyas sin poder moverte. Salí pitando en busca de otra playa menos privada donde poder practicar la Fraternité.
Esto viene a colación de la Nueva Normalidad y los planes que veo en la tele de parcelar las playas e incluso panelar el espacio que ocupa cada cual.
Yo ahí no voy ni regalao.



25 de mayo de 2020

Confinado. Día 74.


Vuelve el hombre
Hoy en Madrid entramos en la Fase 1. Supongo que debería hacerme ilusión, pero no. Y es que he vuelto a perder la confianza en el ser humano. Como te lo digo. La recuperé en los días mas duros de la pandemia cuando nos sobrepusimos al horror vislumbrando un mañana de mujeres y hombres reflexivos y solidarios. Por un momento volví a creer en el prójimo como en mi mismo.
Hoy se da el pistoletazo de salida de la Fase 1 y mucho me temo que van a salir a la calle como el batallón suicida, a pecho descubierto como el novio de la muerte. Pa chula yo. Y mañana lloraré.
El sábado se llenaron las calles de gente que agitaba banderas desde sus 4x4 y héroes de comic con capa roja y gualda al viento sobre sus mototas como un anuncio de lo que se nos viene encima.
La letra no entra con sangre. Vuelve el hombre. Para eso no hay vacuna.



17 de mayo de 2020

Confinado. Día 66

Aquí Estocolmo
No se si es la falta de nuevas noticias. O de buenas noticias. Quizá ambas cosas, pero lo cierto es que la tele no para de hablar de lo que podremos hacer cuando estemos en la Fase 2 o incluso cuando estemos desfasados del todo. Eso cuando, como en Madrid, estamos en Fase 0,5.
La verdad es que crea confusión y la gente cree que ya puede ir a la piscina o celebrar bodorrios de hasta 100 personas.
-No, hija no. Eso es en la Gomera.
Y yo me pregunto, ¿de verdad van a encontrar 100 personas que se arriesguen a que los novios vayan sin máscarilla? O lo que es peor ¿a que les hagan una coreografía?
Yo no creas que tengo prisa. Ni de casarme ni de lo demás. Síndrome de Estocolmo creo que se llama. 

15 de mayo de 2020

Confinado. Día 64.


San Isidro Fase 0
El castizo enmascarado se dispone a celebrar las fiestas del pueblo. En la caja de La Mallorquina, sin duda, lleva rosquillas del santo. Como sabrás las hay tontas, listas y de Santa Clara. Bueno ahora se han inventado otras pero no pienso ni mencionarlas que mira lo que ha pasado por hablar del prusés. Seguro que aquí el madrileño lleva un surtidito de las clásicas.
Desgraciadamente, en Fase 0, mi radio de acción no llega hasta la Mallorquina. Pero una cosa te digo, aunque sea las compro en la panadería del barrio que con este panorama a saber cuando vuelvo a comerme una rosca.



11 de mayo de 2020

Confinado. Día 60.


Apuntes
Incredulidad. Susto. Miedo a estar contagiado. Alivio por no tener síntomas. Noticias, memes, videos y mensajes contradictorios. Los amigos bien. Los rankings. Peor está Italia. ¿Ha dicho de Madrid al cielo?. Repugnancia. Malos ratos. Peor lo pasa Ray Donovan. La OMS. Aplausos, risas, wasaps que te tronchas. Demasiados wasaps. Sin alcohol. Por fin lejía pero no gel hidroalcohólico. No hay mascarillas. Se rompe el frigo. Aprendo a hacer multiconferencias. Se rompe el extractor de humos. La tele tose. Ni me he operado de cataratas ni me cambié de gafas. Peor está Kominsky. Un amigo con síntomas. Ya hay mascarillas. Desescalada. Todos a la calle. Comentarios que dan miedo. Inconsciencia. Corte a tazón. Las cejas del doctor Simón. ¿Te acuerdas de cuando había domingos?



8 de mayo de 2020

Confinado. Día 57.


Mi primer paseo.
Creo que es muy necesario que salgamos de esto cuanto antes. Los hombres, con mascara, son un peligro. A no ser que sean japoneses.
Un hombre que lleva mascara tarde o temprano asaltará un banco. Como mínimo.
El anonimato no es buen consejero. La impunidad del enmascarado es demasiado tentadora.
Vuelvo a casa, turbado. ¿Qué intenciones ocultan tras sus máscaras?
Yo, sin ir mas lejos, al ver que no me reconocía nadie en mi paseo he empezado a tramar terribles tropelías. De bancos no. De las otras.

5 de mayo de 2020

Confinado. Día 54


Mejorando lo presente
Yo no noto que el confinamiento me haya hecho mejor persona. Esta mañana sin ir mas lejos podría haber matado a un tipo que meaba en un alcorque junto a mi portal cuando, enmascarado, me disponía a ir a la compra. Porque, esa es otra: que las calles estén vacías propicia el aumento de la delincuencia.
Se exagera con las bondades de este encierro. La soledad y el tiempo para uno mismo no lleva necesariamente a una reflexión que nos haga mas sabios. Puede generar malas ideas, atracos… Es como cuando de chavales nos llevaban de ejercicios espirituales. En esos retiros, créeme, solo se ejercitaba la imaginación para la fechoría y el onanismo. Que no digo yo que sea malo pero espiritual, no es.
Mejorar, mejorar, quizá he mejorado en la cocina. Y es que nunca había cocinado tanto. Desde que descubrí que en el bar de la vuelta hacían la tortilla de patata de lujo, no había vuelto a probar la mía. Ayer me salió una excelente. Bueno, vale, si, soy mejor cocinero. Pero estoy engordando.



30 de abril de 2020

Confinado. Día 49.


Insoportable.
La gente llevaba el pelo mas largo de lo habitual. El pelo crecía sin control desvirtuando looks, a veces trabajados durante toda una vida.
Los hipsters parecían hippies al no poder hacerse arreglar la barba todas las semanas. A muchos jóvenes y a todos los futbolistas les habían vuelto a crecer las cejas. Estaban dejando de parecerse a su madre.
El color natural del pelo se abría paso poco a poco entre los tintes. Las españolas dejaban de ser rubias. Las canas de ellos ya no crecían solo en las sienes. Salían en las cejas, en el bigote… Los pelánganos crecían en las orejas de los ancianos.
En la penumbra del confinamiento la naturaleza humana salía a la luz. La verdad se hacía insoportable. Tuvieron que abrir las peluquerías.

Solo se me ocurre otro oficio con mas acercamiento social y tocamientos.