21 de octubre de 2020

¿Por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti?

Vivo cantando

Quince minutos bajo la ducha ni es sostenible, ni es solidario, ni se si puedo permitírmelo. Pero si renuncio a mi actuación en la ducha de cada mañana, ¿qué me queda?. 

Tengo un repertorio muy amplio, no creas,  pero hoy todo han sido boleros. Letras de desamor llenas de reproches: …hoy resulta que no soy de la estatura de tu vida. 

Me he despachado a gusto con la esponja que es lo mas parecido a un ser humano que me acompaña en mi ducha desde que llegó el covid. Voy a borrar de mi boca los besos que un día me diera tu boca maldita, le he dicho y todo. Una vez aclarado que no me enrollo con la esponja porque yo no quiero, puedo afrontar mi día perfectamente, solo como un perro abandonado en el pandémico descampado en el que mueren cada día - deja tu ya mis sueños - mis necesidades.

 

 


 

6 comentarios:

Ikana dijo...

Los momentos en la ducha a veces son los mejores del día

Uno dijo...

IKANA, en mi caso, ultimamente, es así como tu dices. Antes de que se apresuren a llenarte la cabeza de malas noticias llenas de cifras.

U-topia dijo...

Esta pandemia nos va a fastidiar bien, esto es el cuento de nunca acabar. Mientras te leía pensaba: ¿Uno canta bien? Tú dirás... y la esponja, claro.

Abrazos querido, cuídate mucho.

Uno dijo...

UTOPIA, soy como aquel personaje de Woody Allen que solo cantaba bien en la ducha y se las tenían que poner en el escenario. Un abrazote.

carlos dijo...

Eres poeta, incluso bajo la alcachofa. Un abrazo.

Uno dijo...

CARLOS, muchas gracias. Me has recordado al niño de la alcachofa que canta a la virgen del Carmen en Valencia después de la procesión. No se si conocerás esta vieja tradición tan huertana. Maravillosa.
Un abrazo