
No importa, ¿para qué están las tarjetas? Me instalo en un hotel del centro y me tiro a la calle. Primera parada, el cajero automático porque yo y Carmen Lomana no somos nada sin cash. Operación indisponible dice la pantalla del cajero. Cambio de cajero hasta 3 veces: indisponible. En el banco me dicen que es un problema de comunicaciones que se arreglará probablemente en una o dos horas.
-¿Y como voy a comer sin dinero, banquero?, le digo con carita de pena a ese canalla que se oculta tras el traje.
Indisponible, me dice su media sonrisa.
-¿Puedo pagar con tarjeta? , pregunto en el Café Majestic .
Después de comer, vuelvo a los cajeros que siguen indisponibles para mi.

- ¿Ni siquiera a mi, rapaz?, le digo con la mas seductora de mis sonrisas.
Indisponible: me manda a una casa de cambio que luego descubro que ya no existe.
Un top model vestido de guardia me dice que hay otra casa de cambio en la estación de tren.
-¿Está usted seguro agente?, pregunto con una mirada cargada de promesas.
Seguro: indisponible.
En la estación me dicen que no y que no. ¿Qué hacer para conseguir dinero cuando además todo apunta a que la prostitución no es para uno una salida razonable?