Me estoy reformando.
Convivo desde hace algún tiempo con una supuesta pequeña obra de albañilería que muy posiblemente me sobreviva.
Este contacto real
con el mundo obrero está cambiando mi perspectiva sobre sus habitantes. Hablar
de arquetas, mochetas y soleras no solo no me pone sino que me altera el sueño.
Mi interlocutor es
rumano. Esto facilita el entendimiento porque su español es mucho mejor que el
que habla comunmente el obrero autóctono. El problema es que el no controla el
grado de ignorancia del español medio, pongamos uno, en vocabulario técnico del
gremio y me suelta cosas como antepecho impunemente. Y, claro, luego yo no
duermo.
11 comentarios:
Oye, ¿pero los curritos estos pasan un casting o qué? porque los que yo veo por ahí no tienen esa pinta...
Míralo por el lado bueno: adquirir nuevos conocimientos siempre enriquece.
Besos!
Por favor pasame sus teléfonos, no pienses más, no es para tirármelos. Los quiero contratar para que le den una paliza a Rajoy y a toda la panda de gentuza de su gobierno.
Además de expresar mi completo acuerdo con los dos amigos que han dejado antes que yo sus comentarios darte el sentido pésame por la obra. Una obra viene a ser como una oposición: te quita el sueño, no te deja en paz y su final no llega nunca.
Un abrazo condolido.
Yo sin embargo no concuerdo del todo con los amables comentaristas anteriores.
Pero contigo sí.
Porque por encima de todo creo que se trasluce en esta entrada una gran ternura hacia los manuales, que ya nos has participado en otras ocasiones. Y que yo comparto de lleno.. les amo.
y a quién le importa qué idioma hablen con semejantes culos?
no hay manera de reformarme.
el gremio de los manuales, comodice Justo, siempre me ha interesado mucho. por fin descubrí el interés de los jubilados por la obras. me veo tal que así, escuchando conversaciones sobre arquetas y mochetas o sobre lo que me echen...
...y por sus fotos también...
LOLA, como verás yo siempre lo miro todo por el lado bueno.
CALAMARIN, ya sabes que la dirección de este blog no proporciona teléfonos pero creo que tu versión de la lucha obrera si no muy eficaz, al menos puede ser muy relajante.
JOAQUINITO, muchas gracias. No sabes como necesito esas palabras de apoyo en estos tiempos de yeso terribles
JUSTO, es verdad que me quejo con la boquita pequeña ( y no quiero chistes de esto)
SENSES, ¿cómo no me di cuenta antes de lo de los jubilados? ¿Tu crees que pillan? En vez de quejarme voy a prestar mas atención al obrero que me castiga para ir cogiendo conversación.
NAN, si, soy un obrero de la fotografía.
A TODOS UN ABRAZO
Menudo escandalazo de curritos, por tenerlos en casa yo hago reformas y cuando acaben ya me inventaré algo.
JAVIER, no te ciegues, son ese tipo de trabajadores que siempre van a la obra de otros.
Todas las reformas acaban siempre en algo nuevo, diferente, rejuvenecedor y vitalista.
DEME, cuanto me alegran esas palabras. Sabía que todo no podía ser sufrir.
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