7 de abril de 2015

La noche y el día

Viajar no es lo que era
Las pintas que hoy lucen los viajeros en aeropuertos y estaciones no tienen nada que ver con la de Don Drapper a bordo de la TWA.
Es cierto que el stripteasse y el sobo a mano armada a que hoy te someten en los controles de seguridad no anima a ir de punta en blanco, pero nada justifica ese chandalismo. En el tren hubo un repunte de estilo con la llegada del AVE, que se ha ido diluyendo. Cero estilo. El día que vi a Claudia Cardinale arrastrar su maleta por la terminal del Charles Degaulle comprendí que habíamos tocado fondo.
Antonio López tiene dos cabezotas en la estación de Atocha. Representan a su nieta. En una tiene los ojos abiertos y en la otra, cerrados: La noche y el día. Me pregunto si con esta alegoría, el artista está representando el cambio radical que ha experimentado la forma de viajar. Abuelito, dime tu.
 
 





9 comentarios:

Santy Trombone dijo...

Hace mucho tiempo que lo vengo diciendo... El horror estético de los aeropuertos y estaciones de tren no tiene nombre. Una cosa es ir comodo para viajar y otra es ir como si estuvieras en el salón de tu casa. Triste muy triste.

carlos dijo...

¿Y el día en que se generalice el teletransporte y allá que vamos en picadas pelotas, que vamos a hacer lo que sólo nos desplazamos en coche? ¿A lo peor introduciendo la preocupación por la botella de agua y la prohibición de portar colonia en el cinturón es que le han hurtado el glamour? ¿El sombrero mola y por eso la nena presencia atónita al conjuntado viajero? Bien definidas imágenes para unas preguntas sin respuesta .

Melvin dijo...

El retorno de Newcastle, hace unos días, lo hice detrás de una familia que iba en pijama... Después de eso yo me lo creo todo...Besotes wapo.

Luna Llena dijo...

No es solo viajando, en general el chandalismo se ha instalado en la vida cotidiana y callejea sin piedad.

Un abrazo!!

deWitt dijo...

Hidrogenesse no lo dicen pero podrían añadir un párrafo a "No hay nada más triste que lo tuyo" que se refiriera a las estaciones y aeropuertos. En cualquier caso, tu visión (que no visón) de Claudia Cardinale arrastrando una maleta, osea, de Claudia Cardinale transmutada en humana, me ha hecho daño, lo confieso. Espero que no haya foto...

Moisés dijo...

Chandalismo no. Qué manía con ir con chandal en un medio de transporte. No lo entiendo y no lo entenderé. Ahora, te digo una cosa, sombrero de ala ancha tampoco...

Me gustan los cabezones de Antonio López en Atocha, aunque es difícil de mejorar los entornos de las estaciones, sitios feos por excelencia.

Un abrazote.

Uno dijo...

MR.CAL, y, como bien sabes, Summer is comming y la cosa no hará sino empeorar.

CARLOS, ¿teletransporte en pelotas? Qué gran idea. Mucho mas cómodo y sin problemas de vestuario.

MELVIN, da gracias al altísimo de que no te tocase una despedida de solteras.

LUNA, ya hay personas que no han vestido otra cosa desde su nacimiento. De todas formas, teniendo en cuenta que para entrar en los asientos de las low cost hay que contorsionarse como una bailarina balinesa, entiendo mas el uso del chandal en el avión que en otros lugares.

DEWITT, quise destruir todas las fotos que tomé de Claudia pero pudo mas el fan y conservé las del link.
Perdóname.

MOISÉS, estoy de acuerdo, hace tiempo que el llamado "equipaje de mano" desaconsejó las pamelas en los maleteros. En cuanto al chandal hay que reconocer que combina mejor con la trompeta de Ryan Air que cualquier Gucci.


ABRAZOS PARA TODOS

loquemeahorro dijo...

Lo certifico: la gente viste fatal en los aeropuertos, trenes y medios de transporte en general.

Yo, por ejemplo, doy pena lo reconozco, pero por lo menos no llevo abrigo de piel y deportivas, como hacía la jefa de una amiga.

Cuando me veo las pintas en el inclemente espejo de una estación pienso "Siempre te quedará eso, mujer. No llores "

Uno dijo...

LOQUE, comprendo que el ambiente hoy no ayuda a vestirse bien. Corres el riesgo de llamar la atención en la aduana con impredecibles consecuencias (mira Antonio Canales humillado en N.York antes que en Sitges).