7 de julio de 2017

Brackets


Rio on my mind
Ha sido verle en el metro y mi mente ha viajado a Rio de Janeiro. Concretamente me ha llevdo a una noche en una disco donde un chaval parecido me explicaba lo difícil que es besar con ferros.
¿Por qué no recuerdo la Ley de Gay-Lussac y no olvido la letra de La Zarzamora?
¿Por qué no recuerdo ni de qué trataba El lobo estepario y permanecen en mi mente bobadas sin importancia?
Te lo digo: mi memoria selectiva es impresentable.


4 comentarios:

carlos dijo...

Los misterios de la mente son insondables, como ésta moda de lucir la sonrisa encerrada entre herrajes o representar la cuadratura del círculo mediante la geometría de Euclides. Un abrazo.

Joaquinitopez dijo...

Pues o ya somos dos los de la memoria impresentable o lo cierto es que La Zarzamora es bastante más amena que cualquier ley. Yo también soy un almacen de conocientos inútiles pero ¿a que nadie nos gana al trivial?

Esti dijo...

También soy una víctima de la memoria impresentable y absurda. No sé dónde están el peroné o ningún país de Túnez para abajo, pero sé cosas como que los príncipes de Bulgaria son Kubrat, Kardan y Kiril o el nombre de casi cualquier actor que haya aparecido en casi cualquier serie que haya visto en mi vida.
En fin.

Uno dijo...

CARLOS, la mente de algunos es mas insondable que la de otros. No me reconozco en mis recuerdos. O si.

JOAQUINITO, Las letras sobre mujeres descarriadas de la copla eran lo mas cerca de la literatura erótica que podía estar de niño (exceptuando Caperucita Roja). Quizá hubieran debido darnos detalles íntimos de Gay Lussac.

ESTI, tu al menos tienes memorión. Yo la poca memoria que tengo debería administrarla con mas provecho.

ABRAZOS PARA TODOS