12 de julio de 2017

El campo


No se yo, tanto oxígeno.
Leo con sorpresa que los madrileños tenemos la esperanza devida mas alta de toda España. Pero,¿lo sano no era el campo? Porque de eso en Madrid queda poco.
Yo siempre fui un poco reticente a esa obsesión por el oxígeno que tienen en el campo. De niño volvía de aquellos largos veraneos en el pueblo como una víctima de la hambruna africana: negro de piel y en los huesos, mi imagen era en si misma una denuncia de esa falacia que asegura que el campo sienta bien.
A ver, tranquilo si es, lo cual es estupendo si tienes la cachaza necesaria. De otro modo, esa paz te puede atacar los nervios.
Que conste que me gusta el campo y a menudo hago escapadas para disfrutarlo. Pero eso: escapadas, no sea que me vaya a dar algo.
Las cosas buenas, como sabes, o son pecado o perjudican la salud.

4 comentarios:

carlos dijo...

A las pruebas debemos remitirnos, el oxigeno es un potente reactivo capaz de atacar incluso el acero, por otra parte habitar en un ambiente de atmósfera controlada, con sus toneladas de CO2 flotando es un eficaz método para conservar la fruta temprana y además tenemos el calor desenfrenado que es el mejor sistema para mantener saludables los alimentos cárnicos. De Madrid al cielo, lo más tarde posible y a medio cocer, eso sí. Un abrazo.

Joaquinitopez dijo...

Y engordan. Absoluta y completamente de acuerdo. Yo incluiría e incluso antepondría en todo lo que dice la playa. Que ni siquiera es tranquila.

El Deme dijo...

El campo. Tiene sus pros y sus contras. Los paisajes están muy influídos por el clima. Si hace frío o llueve, el campo es un rollo. Si hace mucho calor, el campo es una pesadilla. Lo mejor del campo es tomárselo como ejercicio zen de desconexión de la vida moderna. O tener un colega que te enseñe a disfrutar de las maravillas de la naturaleza en plan experiencia novedosa (coger setas, buscar plantas, bañarse en el río, andar por bosques, subir hasta la cima de una colina). La palabra colina me gusta, no se usa mucho, pero en los libros de Los Cinco siempre salía.

Uno dijo...

CARLOS, sabía yo que lo del oxígeno no era trigo limpio. Crea fama y échate a dormir.

JOAQUINITO, de la playa no he querido largar porque luego dicen que los de Madrid lo que tenemos es mucha envidia. Ya ves tu, teniendo como tenemos el Manzanares.

DEME, hubo un tiempo en que en Madrid cogíamos renacuajos en el Canalillo, asperón en el AZCA y teníamos el Cerro de los Locos que no era colina pero estaba lleno de nudistas, muy saludables.


ABRAZOS PARA TODOS