Ellas
Aquellas
chicas del brazo paseando por La Gran Vía que inmortalizara Catalá Roca,se han
hecho mayores. A pesar de que se
resisten, sus nietas van tomando el relevo.
Ellos
Entre
los chicos, la tendencia mas marcada es lo que en el mundo de la moda
denominamos a tu bola. Aquí te dejo
algunos looks que pueden convertirte en it blogger del año.
15 comentarios:
Se ponga como se ponga, las patillas de medio cuerpo y la cruz enorme no va a triunfar.
Sobre todo porque tiene una dura competencia en los tipos vestidos de conejitos blancos con gafas de sol.
Una vez más te felicito.
Me encantan esas calles en las que no te cansas de mirar y mirar por lo variopinto del personal.
Y camuflado estás tú recogiendo esa diversidad...
Te felicito.
Nunca he entendido el éxito de la Gran Via... Si, ya sé que es una de las calles más importantes de Europa, pero yo nunca me he sentido cómodo y además siempre he tropezado con cosas muy feas y desagradables por allí...
El look conejo blanco es insuperable. Y se lleva siempre, no pasa de moda nunca. Ya salía con James Stewart en "El invisible Harvey" hace 60 años. Y es que lo bueno permanece XD
Pasear por la Gran Vía es como darse una vuelta por el mundo. A ver que pinta tiene.
Saludos Uno
Cómo me gustan esas fotos que cambian, especialmente las de los chicos porque hay dos o tres bien estilosos.
LOQUE, gracias. Discrepo. La fiebre católica desatada por el papa Francisco va a poner la cruz de moda en bisutería fina y de la otra.
LAURA, gracias. Me suelo camuflar de conejo para pasar desapercibido entre la fauna.
CALAMARIN, La Gran Vía ha pasado por muchos momentos y este no es el peor. Fué una avenida elegante y comercial donde estaban las buenas joyerías las productoras de cine,las grandes salas de espectáculos, los cafés de moda y los fotógrafos famosos y algún lupanar con estilo. También fué un lugar desolado donde todo eran yonkys y tiendas cerradas que se mantenía gracias a la actividad de las salas de cine. Ahora es el paraiso de las grandes cadenas de ropa barata. Ha revivido sin ningún glamour. Para mi fué el Manhattan de un niño de barrio.
PARMENIO, el conejo siempre se lleva. No es como el visón que ahora está mal visto. Cosas raras de la gente.
JAAL, la Gran Vía siempre fué un lugar cosmopolita aún cuando Madrid a penas lo era.
RONRONIA, muchas gracias. Permiteme que proveche para recordar que no doy el teléfono de mis modelos.
ABRAZOS PARA TODOS
Jajaja, y a falta de Catalá Roca, ahí estás tú para mostrarnos a las nietas de aquellas señoras...!
Si paseo por la Gran Vía tendré cuidado ante supuestos turistas que fotografían el cartel de la Schweppes, no sea que vayas a ser tú con tu cámara intentando robarme el anonimato...!! ;)
(los conejitos no tienen desperdicio, pobres...!!)
Ah, por cierto, te he dejado un premio en mi blog. Me gusta la cotidianidad de tus fotos.
http://marilialmar.blogspot.com.es/2013/03/premio.html
Cómo me gusta la Gran Vía!!! de día o de noche, siempre viva, siempre llena de gente, siempre sorprendente. Cuando yo era pequeña era como ir a Londres, una excursión a otro planeta, y ahora que vivo muy cerca sigue siendo un poco entrar en otro mundo. Se han perdido locales preciosos pero mantiene su estilo loco, iconoclasta y con esa desfachatez y ese desparpajo tan madrileños. Viva la Gran Vía!!!
El otro día me acordé de tí, Uno. Estaba en Opera y veo a una chica sentada entre más gente en esa cosa de piedra horrorosa que han puesto a modo de banco corrido, y estaba en plan disimulo con una peazo cámara apuntando a la gente disimuladamente. Y me dije: mira, una Uno.
Ah, y la Gran Vía tiene unas fachadas de cágatelorito. Siempre miramos al suelo pero merece la pena una tortícolis por allí.
Dificil no encontrar tú espacio.
MARILIA, muchas gracias por tus elogios y por el premio. Se, por lo que he leido que me vas a entender cuando te diga que me dan pereza las cadenas, los memes y estas cosas pero que me hace mucha ilusión que te hayas acordado de mi.
PON, yo también soy muy fan a pesar de que nos la están rompiendo. Para mi también de niño ir a la Gran Vía era como viajar al extranjero. Subía por aquel ascensor que se cargaron como el que cruza el puente de Brooklin para ir a Manhattan, como un actor de pueblo llegando a Broadway. Todo me parecía mas sofisticado. Hasta las piperas, que las que había allí se veía que tenían un pasado.
Y por supuesto los edificios. Y los teatros, los cines, los hoteles, los Sótanos , ah no que esos también se los cargaron.
JAVIER, no me gusta poner muchas fotos en una entrada pero esta lo necesitaba porque de eso va.
ABRAZOS PARA TODOS
qué divertida la Gran Vía! cuánto color!
aquí nos cuesta salir del azul marino o el negro.
un abrazo.
¡Qué buenooooo!
SENSES, el otro día me fijaba yo en la gente que ibamos en el vagón del metro y el 80% vestíamos de negro o así. Pasa en todas partes. Una reflexión parecida hice mi última vez en Londres. Pero la Gran Vía es la corte de los milagros y uno pone el ojo en la variedad.
JUSTO, ¡graciaaaaas!
ABRAZOS
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