15 de marzo de 2014

Sagunto se me resiste


Las ruinas milenarias cierran los lunes.
O sea que me voy a la playa. Llega él con su tabla pero solo tiene ojos para el mar. Yo me refugio en la poesía del entorno.










7 comentarios:

Santy Trombone dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Calamarin dijo...

Los surferos son lo peor, te lo digo por experiencia, tuve un medio novio que estaba loco con su tabla, sus amigos eran casi todos medio retrasados mentales... Evidentemente el glamour del surf se me pasó y lo dejé...

carlos dijo...

Viendo esas estupendas panorámicas, diría yo, que el lunes sólo estaba abierto el mar. Un abrazo.

Melvin dijo...

Lo dicho...viendo tus fotos vuelvo a replantearme mi apego a éstas tierras... Poética siderúrgica y dunística o algo así... Jejeje... Bien llegados a Estambúl... Paseo nocturno... Cuánta vida!!! Besotes.

U-topia dijo...

Es el único defecto que tienen los surfistas... solo miran la ola :)

Un beso!!

Marilia dijo...

Las ruinas, los museos, los bares... ¿pero es que existe vida los lunes?
No es mala opción disfrutar de la playa en un día tan soleado. Sobre todo con unas vistas así. Me refería al mar...

Las imágenes, simplemente preciosas. Me encanta ese formato panorámico. Tienes buen ojo.

Un abrazo

Uno dijo...

CALAMARIN, lo peor, peor son los de windsurf que además te hacen cargar con la vela. Una pesadilla.

CARLOS, efectivamente. Menos mal que a mi donde esté una vieja fábrica oxidada que se quite todo y el Puerto de Sagunto tiene un paisaje industrial estupendo.

MELVIN, me alegro de que llegarais bien. Cuidado con los chipriotas.

U-TOPIA, no sabes tu hasta qué punto. Los frecuenté algún tiempo y alucinas: después de pasarse todo el día observando las olas y lo que hacían con ellas los unos y las otras, por la noche, en sus bares, había pantallas con mas olas y mas tablas y asustaba verlos a todos con la copa en la mano, clavada la mirada en las imágenes. Tarifa, sin ir mas lejos.

MARTILIA, tu siempre tan amable, gracias.
Estos primeros días de sol que anuncian la primavera son maravillosos. La gente, todavía desprevenida, no llena las playas y todo parece mejor. Y efectivamente, esa noche intenté homenajearme un poco y los bares que no estaban cerrados estaban muertos de deprimir a cualquiera.


ABRAZOS PARA TODOS