29 de marzo de 2016

Georgia on my mind

La vieja canción
Parece ser que en Georgia (el estado americano) amenazan con una nueva ley contra los homosexuales.
Uno podría pensar que los ataques homófobos son cosa del pasado o de países tercermundistas, pero las noticias nos recuerdan que la tolerancia es cosa frágil y la opinión publica es flexible como los juncos del Jordán.
Hollywoodha amenazado con cortar el grifo de las producciones en Georgia si la ley sigue adelante. Si algo tienen claro los americanos es que la clave siempre es la pasta.
Mientras aquí nos desgarramos las vestiduras, ellos ponen el dedo en la llaga. Si, ya ves, sigo traumado por el reciente chute bíblico a que nos someten cada año. Quizá sea eso. Nos gusta pensar que los fanáticos son los americanos y que lo nuestro es folclore. Pero Georgia se lo está pensando y el obispo de Alcalá ni se inmuta.

I said just an old sweet song keeps Georgia on my mind.



6 comentarios:

Santy Trombone dijo...

Hay mucho por superar todavía... Espero que las jovenzuelas alocadas que piensan que todo el monte es orgasmo, tengan en cuenta este tipo de tristes noticias.

carlos dijo...

Cuando se hace una ley contra alguien, así en general, apesta a distancia, y cuando además le añaden un destino especifico a fascismo. Un abrazo.

El Deme dijo...

Estados Unidos no es precisamente el paraíso de las libertades, los derechos humanos y la tolerancia. Son un poquito conservadores, los pobres.

Uno dijo...

CAL, ya me da envidia que se puedan permitir esa inconsciencia. Cuando yo tenía su edad era imposible ignorar la hostilidad y el peligro.

CARLOS, usted lo ha dicho.

DEME, nunca se habla bien de los ricos ni de los jefes.


ABRAZOS PARA TODOS

Moisés dijo...

Hay mucha lucha todavía, pero se ha conseguido algo, que puede parecer poco pero es tremendamente útil. Ahora lo políticamente correcto o lo socialmente aceptado es estar a favor de la causa gay (siempre con matices, y para muestra Georgia) y lo que van en contra deben soterrar sus opiniones o hacerlas menos radicales. Esto no significa que toda la sociedad esté de acuerdo con la homosexualidad, pero está mal visto ir en contra. Conseguido esto, ahora empieza lo difícil, evitar la discriminación y la exclusión y conseguir la normalización.

Un abrazo.

Uno dijo...

MOISÉS, tienes mucha razón, ese es un avance enorme. Lo que no hay que olvidar es que es, principalmente, una corriente. Las "convicciones" de la sociedad cambian con una rapidez pasmosa.

Un abrazo