28 de mayo de 2018

Llueve y llueve

 
Y la culpa es de la Feria del Libro
Ya están tardando los poetas en hacer un refrán sobre llover y la Feria del Libro.
Tendría mas fundamento que el grajo y el frio del carajo, la nieve y el cerco de la luna y otras conocidas rimas meteorológicas.
Recuerdo una ocasión en la que me era imposible cruzar el Paseo de Coches de El Retiro para encontrarme con una bloguera y conocida mía que firmaba enfrente. Las probabilidades de ser arrastrado por la riada eran mas que evidentes. Esperé un rato largo y, un poco desilusionado porque finalmente las casetas no se deslizaron paseo abajo, tapé el objetivo de mi cámara.
Este año aun no me he acercado a la Feria porque no para de jarrear pero tengo una cita ineludible con un amigo firmante el día 3. Y es que si en la caseta arrastrada por las aguas está un amigo, ni te cuento el fotón.

5 comentarios:

El Deme dijo...

Llueve en Semana Santa
Llueve en la Feria del Libro
Llueve en la Boda del Rey
Llueve en el fin de semana que pillamos la casa rural
Llueve en la Cabalgata de los Reyes Magos
Llueve en los Carnavales
Llueve en la romería cuando estoy subido a la peña

Nunca llueve pero siempre llueve

carlos dijo...

Si es que nunca llueve a gusto de todos, aunque la seca eterna tampoco parece que satisfaga a ninguno. Una feria del libro necesita ese punto húmedo para triunfar en la tertulia y justificar ausencias: Quise ir a comprar Uno, pero como llovía a mares, me fui de finde a esquiar. ¿O sea que tu amigo se compromete a practicar surf con la caseta? Quien lo pillara con la máquina cargada. Un abrazo.

Uno dijo...

DEME tambien llueve detrás de los cristales y sobre los chopos medio desojados, los tejados, los campos...
Menos cuando hace falta, llueve.

CARLOS, mi amigo viene de Galicia o sea que esto de la lluvia lo controla bastante. No me preocupa él sino mi pericia como fotero.

ABRAZOS PARA LOS DOS

Esti dijo...

Pues a mí me encanta la lluvia y ver llover. Siempre y cuando esté en casa con la mantita sobre las rodillas, como la señorona que soy, claro.
Ojalá diluvie y consigas una foto digna del World Press. Ya veo las riadas llevándose las casetas, los pavos reales del Retiro y a los youtubers que firman...

Uno dijo...

ESTI, no hubo suerte. Un sol de justicia en una feria abarrotada. Intervalos de nubes y aire frío intentando minarme la salud. Diluvio cero: ni una gota. Pero presencié otras catástrofes menos naturales.
Hordas de adolescentes que gritaban como no se había gritado desde los Beatles cuando su joven autor estrella (quien quiera que fuese) paraba de firmar para saludar a los que esperaban en las kilométricas colas. Colones también para los de Master Chef y cola pero menos para Boris Izaguirre. Llegué con dificultad hasta la caseta de mi amigo (aquí solo colita) y salí de allí despavorido en cuanto pude. Ni ánimo tuve para sacar la cámara del macuto.