11 de diciembre de 2013

Puestos de trabajo


Los que tiran del carro.
Por fin los he conocido. Son tantos los que se atribuyen esa tarea que llegué a creer que no era mas que retórica.
Qué raro es esto del lenguaje. Cuántas cosas diferentes entendemos por un buen puesto.







8 comentarios:

Esti dijo...

Deberíamos aprender de los turcos, hacernos emprendedores, comprarnos un carrito con ruedas y servir relaxings cups of café con leche in Plaza Mayor.

Santy Trombone dijo...

Todos son hombres, supongo que por el tema de su cultura machista. Yo personalmente me entretengo más con ellas. No hace mucho una señora me dio unos argumentos tremendos para que le comprara unos tangas en el mercadillo, casi me convence. Pero al final se impuso la razón, en mi atrofiado cerebro.

Ronronia Adramelek dijo...

Ver todos esos puestos me recuerda a Bangkok. Recién llegadas, salimos a comer algo y en lugar de quedarnos en el hotel y buscar un restaurante, al pasar por un mercadillo, nos tentó y nos quedamos allí. Entendiéndonos por gestos probamos sopas servidas en bolsas de plástico que se bebían pinchando una pajita y que iban de muy picantes a directamente asesinas. Compramos "cosas" que nos preparaban a la plancha allí mismo, algunos pasteles y frutas extrañas. Los tailandeses que estaban cenando allí al salir del trabajo se mondaban de la risa y trataban de ayudarnos a elegir , también con gestos y siempre con la mejor buena voluntad, lo que les parecía que nos iba a resultar más comestible.

Me encanta comer por la calle aunque tengo la manía de que odio comer de pie.

carlos dijo...

El lunes me sorprendió un nuevo cartél a la entrada de la aldea: "Prohibida la venta ambulante excepto los martes" Será una forma de reglar las necesidades de la gente. ¿Que pena no?. Recuerdo al paragüero con sus alambres. Al calderero remendando con el soldador, aquél balde de cinz. Al colchonero sentado en la acera vareando la lana y cosiendo con bramante y lezna. A los músicos gitanos con la cabra equilibrista. Y al Chavota, sobre su silla, soltando su perorata política en cualquier esquina. Ahora se ve que por orden del señor alcalde, la locura del trabajo, se reserva para los martes y creo que pronto decretarán los jueves como el día señalado para practicar el amor. Tus fotos son estupendas pildoras para reactivar la memoria.

loquemeahorro dijo...

LaEsti se me ha adelantado, yo también iba a decir algo de emprendedores y que hacía más de 5 minutos que no oía la palabrita de marras.

Uno dijo...

LAESTI, lo malo es que seguramente nos pondrían un canon, una licencia y un desvarío municipal que nos llevaría unos 3 años de trámites. Eso si, si no te rindes, al final te dan una subvención por emprender de unos 30 euros menos impuestos.

CALAMARIN, no me imagino que vió en ti esa sagaz vendedora para querer tangarte.

RONRONIA, qué suerte tener un estómago que responde a tus instintos aventureros. El mío me abandona a mi suerte en cuanto le cambio el menú.

CARLOS, muchas gracias. En mi barrio el paragüero era "paragüero-lañador" y arreglaba también las cacerolas. También recibiamos la visita de la sillera que llegaba con su enea. "¡La silliiiiira...!" voceaba. Todavía hoy por mi calle canta por las mañanas el chatarrero.

LOQUE, yo estoy un poco agobiado porque hoy no he emprendido a penas nada y noto que se me mira con desconfianza. ¡Qué estrés el del entrepreneur!

ABRAZOS PARA TODOS

Melvin dijo...

Puestos a jerarquizar...los carros representan el amplio abanico de retratos sociales y poderío de quien regenta o empuja... El pobre Manolo. Lo tendría chungo en Estambul... Seguro que su carro ya está tuneado y exhibe piedras nacaradas...Besotes.

Uno dijo...

MELVIN, claro por eso hay puestos importantes, y puestecillos. Un buen puesto también tiene que ver con donde lo coloques. Colocarse en la Administración parece ser buena cosa.
Por otra parte, aquí desde que robaron aquel carro la gente está muy remisa al autoempleo.
Un beso