18 de septiembre de 2009

Bares, qué lugares


Estábamos en un bar de carretera. El solo tenía ojos para la máquina. Y ella se lo quitó todo.
 Era el bar del Gugenheim. Y me puse artista. 

¿Cúanto hace que no te atiende un camarero profesional? Mi café secreto de Lisboa.

Coimbra. Y no es la catedral.

Lost in translation.

 

 


  

 

 


12 comentarios:

José Angel dijo...

Tengo que felicitarte por el toque muy personal que das a tu blog. Es diferente, positivamente hablando.
Saludos.

Santi dijo...

Por un momento, hasta caer la moneda de mis tejas a qué máquina te referías, pensé que la chica de la tercera foto, le robó la mochila, el bolso o lo que quiera que lleven los chicos que echan monedas a las máquinas; "monedas", monedas a las máquinas, a la señora que vende pan, a las putas... dinero por todos lados.

También a mí me gusta tu blog, le da un aire extraño, en la acepción de raro, en la sección de poco común; y moola eso de que los comentarios no se vean :D

Besos cotillas, qué bonitos rojos, naranjas

Justo dijo...

¡Qué bueno!

¿Son tuyas siempre las fotos?

Thiago dijo...

jaj eso preguntaba yo, justo, justo, lo mismo que Justo, jaja Estan muy chulas las fotos. El bakala de la primera tiene buena pinta, pero las otra están genial.
Otra manera de ir de baretos, cari..

Bezos.

theodore dijo...

Tan gratos para fotografiar...

Me gustaria saber la historia del camarero, debe haber visto (y aguantado) tanto...

Vivian dijo...

Lo que son las cosas, tú te pones artista y sale esa foto, y con ella en Cuarto Milenio te hacen un programa entero, que les gusta a esos una foto desenfocada… Como podrás comprobar, no tengo mucho aprecio por ese programa jeje…
De las demás me gusta especialmente la última.

Por cierto, a mí también me encanta tu blog, que no recuerdo si te lo había comentado antes.

Un beso

chica pastiche dijo...

Pfffff
se me está piantando un lagrimón al ver tus fotos.
extraño esos lugares...
extraño estar de viaje...
extraño las tazas blancas del guggenheim y los mozos reflexivos de lisboa.
extraño todo.
que extraño, no?

Javier dijo...

Bares, podríamos definirnos según los locales que frecuentamos ???

Noemí Pastor dijo...

Paso de visita y me encuentro bonitas fotos de bares y cafés. E incluso una de Bilbao: ya me has engatusao. Casualmente ayer pasé por la tienda del Guggenheim a comprarme una agenda para el año que viene y todavía no tienen.
Saludos lluviosos.

Santy Trombone dijo...

Lisboa es la ciudad más romántica del mundo... o puede que en ese momento yo estuviese muy enamorao...

Uno dijo...

José Ángel, eres muy amable, mchas gracias. También tu blog es muy personal y a menudo toca temas muy interesantes..

Ant, me gusta que te guste, aunque pocos blogs tan originales como el tuyo, sobre todo desde el punto de vista gráfico.
Y por favor, sigue liándome unas fotos con otras. No dejan de ser nuevas opciones de lectura.

Gracias Justo, si las fotos, hasta hoy son siempre mías. Preferiría que fuera siempre así pero si alguna vez recurro a fotos de otros lo reseñaré.

Thiago, me alegra verte por aquí. No hay nada como ir de bares para que la gente se apunte.

Theodore, no conozco la vida del camarero pero seguro que tu podrías escribir una bonita historia sobre él.

Gracias Vivian, mandaré todas mis desenfocadas, que son mogollón, a Cuarto Milenium. Tu también me gustas.

Chica, te veo muy tanguera. Perdoná si al evocar esos momentos en esos bares te hice llorar.

Pe-jota, es muy posible que, como dices,los bares que frecuentamos puedan decir cosas de nosotros. Hay algunos bares que yo no pondría en mi curriculum.

Noemí, a última hora, quité una foto de otro bar, también de Bilbao, porque no me gustan los favoritismos. Bienvenida.

Calamarin, seguramente son las dos cosas. A mi estar en Lisboa y entrarme ganas de enamorarme es todo Uno.

A todos, abrazos

Noemí Pastor dijo...

Poner dos fotos de Bilbao no es favoritismo. Es justicia poética.