Me gusta echarme a la carretera. Sin rumbo y sin prisa. Y ver que pasa. Parar mucho en las áreas de descanso y en los bares, desviarme. Desviarme mucho.
Es increíble lo que uno puede encontrar en la carretera. Un día vi a un hombre ordeñando un camión.
10 comentarios:
El camión para ese hombre es su transporte y su sustento, no me extraña que lo acaricie como a un ser querido.
Cuidado con los desvíos, no los tomes si no sabes que hay un cambio de sentido cerca...
En algunas áreas de descanso hay un ambientazo bárbaro...
¿A qué sabrá la leche de camión?
:-)
Deme me habla de caricias de camionero, Caprí me previene de los desvios, Calamarín alude al tomateo de las áreas de descanso y Uno me habla de la leche de camión.
¿Cómo debo interpretarlo?
Gracias por vuestros turbadores comentarios. Un saludo
A eso se le llama estar en el sitio adecuado en el momento preciso ... la hora de la merienda :)
La carretera es así; yo ayer vi a un camionero ordeñando a un chico, lo cual si lo piensas es más extraordinario
Abrazos rodantes
Echo de menos el coche en la carretera -nunca en la ciudad- sólo para ver esas cosas maravillosas de las que habláis..
AntWaters, ¿más que ordeñar a un camión? Pero ¿tu por donde conduces?
Justo, en la ciudad no tiene ninguna gracia, aunque conozco quien está tan organizado para los atascos (música, cursos de idiomas,techos deslizables, artilugios que masajean, etc.)que hasta lo echa de menos.
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