7 de septiembre de 2015

De Harajuku a Malasaña


Qué miedo la globalización
La primera vez que vi a un perrito en un coche de bebé fue en Tokio, en un bar de Harajuku. Antes, ya me había pasado a ver una famosa tienda de moda para perros en Takeshita street. De eso han pasado 6 años. Entre tanto, un conocido mío abrió una boutique de accesorios de lujo para perros a un paso de la milla de oro madrileña (no funcionó) y todos hemos visto crecer el comercio perruno por todas partes.
Hace unos días, esta paisana paseaba a su animal de esta guisa por la calle Fuencarral en Madrid. Nadie parecía extrañarse.

 

8 comentarios:

Joaquinitopez dijo...

Bueno, la primera foto tiene su explicación. La mamá va a llevar al crío a la guardería, aprovecha para pasear al perro y luego lo pone en la silla para ir más deprisa donde quiera que vaya.
Lo del abriguito de la segunda tiene pedrá, pero bien dada. Pena de animalicos.

Moisés dijo...

No soporto que se trate a los perros (o perritos) como si fueran bebés... He visto hasta impermeables con botitas de agua para que el perro no se moje. Grrrrrr me pongo de una mala hostia con estas necesidades artificiales que la sociedad consumista crea.

Un abrazo.

Florestán dijo...

Sólo por la dignidad del perro, no puedo con estas tonterías...... y eso que a mi Mitte, lo quiero con locura ....pero sin cruzar los límites.

En fín....de todas maneras el perro de la segunda foto es para comérselo....figuradamente...claro.

Besos del Florestán

Uno dijo...

JOAQUINITO, pensar que usan el mismo carro para perros y niños me espeluzna.

MOISÉS, juegan con los animales como con los muñecos: les asignan personalidades, les inventan sentimientos.. Y les tratan como a personas. Así, los pobres soportan perplejos conversaciones, mimos aun menos ininteligibles, ¡bésos!... ¿cómo no les van a procurar un fondo de armario?

FLORESTAN, creo, como dices, que debe haber unos límites éticos y estéticos en el trato con los animales. Para lo bueno y para lo malo.


ABRAZOS PARA TODOS

Luna Llena dijo...

No me gusta nada los niveles a los que se llega en el cuidado a las mascotas, pero aun más perversa es a relación con ellas para mitigar la soledad. Me encantan los perros, tuve de adolescente uno, pero esto que vemos es producto de una sociedad agotada y caduca, además de consumista.

Abrazos!!

carlos dijo...

Pues como me parecen disparates e inequivocos signos de que el Norte debe andar cruzando el estrecho en ferry. No comento nada más que una exclamación ¡Si es que ya les vale! El huskye, ese parece más que anonadado y superado por los esmerados cuidados que recibe. Si le sacan al campo, seguro que se pierde y no vuelve ni atado. Un abrazo.

deWitt dijo...

Hace años, en Londres, vi por primera vez a perros vestidos. Debo confesar que por entonces, en estas tierras, no habíamos visto semejante cosa. Pero allí, en esas islas extrañas, era muy habitual ver por Bond Street a perras con perritas vestidas con gabardinas y jerseicitos. Sigo sin entenderlo.

Uno dijo...

LUNA, tengo una amiga de avanzada edad soltera pero rodeada de muchos amigos cuyo cariño se ha ganado a lo largo de los años. Se hizo con un perro. El amor por el animal es tal que no es capaz de comprender que los demás no lo vean del mismo modo. Impone al perro en todas sus citas y está cambiando sus viejas amistades por otras nuevas CON PERRO entre los que se encuentra mas comprendida.

CARLOS, hay amores que matan.

deWITT, de hecho, en mi opinión, en Londres los que visten bien son los perros.

ABRAZOS PARA TODOS