14 de septiembre de 2015

El Pequeño Broadway y otras defunciones

Glorieta de Bilbao
Cuando Trini Giménez era candidata a la Comunidad de Madrid y hacía campaña por Chamberí, muy ocurrente ella, dijo que iba a convertir la calle de Fuencarral (el tramo entre las glorietas de Bilbao y Quevedo) en el Pequeño Broadway. Este corto tramo aún concentraba cinco salas de cine aunque, ya para entonces, había perdido dos de las siete que llegó a tener.
Hoy solo quedan dos salas en funcionamiento: El Proyecciones y el Paz aunque este último parece ser que se va a convertir en un centro comercial como los vecinos Roxy A y Roxy B.
No podemos quejarnos: a falta de Broadway, en Bilbao nos han puesto el Empire State Building. Si, junto enfrente del fenecido Café Comercial.
No muy lejos de allí, ha muerto otro de los clásicos madrileños: La pastelería La Duquesita (desde 1914) Si lo llego a saber antes, me doy un atracón de bambas de nata almendradas. 
Madrid se desmorona pero quizá yo adelgace.






8 comentarios:

Moisés dijo...

Le tengo adoración a la calle Fuencarral y es una pena como se va secando en ella lo que le daba su encanto. Como hemos comentado sobre este tema, parece que Fuencarral se convierte en un trasunto de todo Madrid... Una pena, penita, pena.

Un abrazo.

Luna Llena dijo...

¡¡¡Qué desastre!!!
Las ciudades están cayendo entre la especulación y su conversión en parque temático para el turismo de masas.

Abrazos!!

Pdt: unas cuantas bombas (o bambas??) de nata te puedes permitir tranquilo

Santy Trombone dijo...

Estoy muy de acuerdo con el comentario de Luna Llena... Las principales capitales del mundo son parques temáticos pensadas para turistas... En muy pocas se puede apreciar en estos tiempos la vida y personalidad de sus habitantes... En su mayoría obligados por distintas circunstancias a vivir en enormes barrios periféricos.

deWitt dijo...

Yo como vivo en ciudad santa, la catedral no cae. Los cines sí, y las tiendas de barrio también, pero el parque temático está muy saludable. Grrr!

Uno dijo...

MOISÉS, lo que yo me pregunto es cuántos centros comerciales puede asumir esta ciudad.
Por lo menos el cine Luchana lo han convertido en salas de teatro.

LUNA, son bambas, bambas. Y no me hables de bombas que no dejo de planear voladuras.

CAL, así es. Por otra parte los movimientos que recuperan viejos barrios solo sirven para aumentar el precio del metro cuadrado y desgraciadamente su estética es practicamente idéntica en todas las ciudades, en todos los paises.

deWITT, lo vuestro no es culpa de nadie. Ni siquiera de Shirley Maclaine. Cuando se es ciudad turística por la gracia de Dios la cosa no tiene remedio.

ABRAZOS PARA TODOS

carlos dijo...

El tiempo muda, gira como la rueda del progreso y sepulta nuestro pasado y borra los testigos de nuestros recuerdos. Supongo que incluso nosotros mismos poco nos parecemos a lo que algunos y algunas suponen que fuimos. Por fortuna si nos ven tampoco es probable que fuesemos reconocidos, ni siquiera por aquellos que fueron íntimos. Errores que comete la pequeña historia de manera impune. Anda que ponerle hoy a un comercio La Duquesita ya son ganas de fracasar. Las fotos de carteles deberían ponertelas en el MOMA. Un Abrazo.

Uno dijo...

CARLOS, muchas gracias por lo del MOMA. Yo creo que en otros tiempos las mudanzas eran mas reconocibles como progreso. Mis padres nunca dudaron de que los cambios de los nuevos tiempos mejoraban nuestra forma de vida. Quizá el pelo largo en los hombres les hizo dudar pero a parte de eso no recuerdo grandes dudas al respecto. Me temo que estamos en un tiempo de transición, de búsqueda, en el que los objetivos están desdibujados. ¿A donde va todo esto?

Un abrazo

carlos dijo...

Esa misma cuestión trato de resolver desde hace un tiempo y las dudas se me encadenan unas con otras.