26 de abril de 2020

Confinado. Día 45.


Si mi alma lo sabe
En este ir y venir del pensamiento, inevitable en las circunstancias en las que vivimos, el mío unas veces mira al futuro pronosticando lo que será nuestra vida y como afrontarla y otras veces mira al pasado pensando en lo que hubiera hecho de haber sabido lo que iba a pasar.
Yo creo que me hubiera ido a vivir a Corea. Y de no irme a Seul, me habría hecho con un alijo importante de mascarillas, gel hidroalcohólico y bonito al natural bajo en sal.
También habría salido mas con los amigos. Independientemente de que vinieran o no con sus cuñados.
Aunque mas que lo que hubiera hecho, pienso en lo que no habría hecho. Como perder el tiempo y coger enfados por asuntos que -ahora lo se- en el fondo, me la pelan. Ya sabes, politiqueos, identidades, teatrillos y paripés institucionales y de los otros. Nunca mas.
Voy a tatuármelo en el cerebelo: carpe diem.

4 comentarios:

El Deme dijo...

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

carlos dijo...

Ojalá que aprendamos a poner el esfuerzo en lo que de verdad es importante. Pensaba algo semejante y por evitar el avión, ¿Que tal se estará en Laponia?
Un abrazo.

Uno dijo...

DEME, verdaderamente, deberiamos hacer mas caso a los dichos populares. Yo en particular me guio mucho por la copla.

CARLOS, en Laponia, fresquito. Pasé unos días en Rovaniemi y es lo mas parecido al confinamiento que había conocido hasta ahora. Para salir me forraba de ropa y, sobre esta, un mono de tejido especial para no congelarme. Bufanda, guantes, gorro, gafas. Como hacia excursiones en motonieve además llevaba casco. Los guardarropas en los bares y restaurantes son mas grandes que los locales porque todo el mundo lleva capas y capas de abrigo. Naturalmente para salir así, no salen mucho. Con memorables excepciones solía estar bastante vacío todo. Son muy dados al karaoke y muy amables, enseguida te invitan a su sauna. Lánzate.

ABRAZOS PARA LOS DOS

Ikana dijo...

Seh, es algo que nos cuesta entender