17 de mayo de 2020

Confinado. Día 66

Aquí Estocolmo
No se si es la falta de nuevas noticias. O de buenas noticias. Quizá ambas cosas, pero lo cierto es que la tele no para de hablar de lo que podremos hacer cuando estemos en la Fase 2 o incluso cuando estemos desfasados del todo. Eso cuando, como en Madrid, estamos en Fase 0,5.
La verdad es que crea confusión y la gente cree que ya puede ir a la piscina o celebrar bodorrios de hasta 100 personas.
-No, hija no. Eso es en la Gomera.
Y yo me pregunto, ¿de verdad van a encontrar 100 personas que se arriesguen a que los novios vayan sin máscarilla? O lo que es peor ¿a que les hagan una coreografía?
Yo no creas que tengo prisa. Ni de casarme ni de lo demás. Síndrome de Estocolmo creo que se llama. 

5 comentarios:

Esti dijo...

A mí me pasa lo mismo, que es pensar en esas piscinas con aforo limitado y en la consecuente cola bajo sol abrasador para llegar y que te digan: "no hay sitio", y no querer salir ya nunca más de mi casa. Luego me acuerdo de que no tengo aire acondicionado y se me pasa.

El Deme dijo...

En cuanto dejen, habrá dos tipos de personas: los que saldrán corriendo a hacer lo que hacían antes y los que evitarán hacer lo que hacían antes. Los que estarán encantados de dar voces sentados en la mesa de una terraza y los que decidirán escaparse al monte a buscar respuestas y más que gritar, simplemente rezarán.

Ikana dijo...

Pues muchos besos no podrás dar al secuestrador xD

Uno dijo...

ESTI, acabaremos yendo a la piscina por internet. Acuérdate de lo que te digo.

DEME, espero que haya una opción entre dar gritos y rezar que ya estoy harto de ser un outsider.

IKANA, no soy yo muy besucón pero en estos momentos no le hago ascos a nadie.

ABRAZOS PARA TODOS

carlos dijo...

Espero que al menos en alguno de los decretos tengan un poco de sentido común, confisquen el verano y pasemos derechos a las navidades. ¡O no!, porque casi que va a ser peor. A falta de piscina podemos instalar una palancana bajo la sombrilla del madroño y poner un puesto de horchata. ¡O que sé yo! Pues tampoco.
Voy al trastero a buscar el ventilador ¡LA MAQUINA!
Un abrazo.