29 de mayo de 2020

Confinado. Día79.


Oh là, là, la normalité!
Una vez estuve invitado en uno de los grandes hoteles de La Croisette aunque, si no conoces Cannes, el nombre del hotel te lo situaría en la categoría hostal con baño en el pasillo.
El Hotel Martínez, como otros grandes hoteles de la ciudad, tiene su playa privada. La han dividido en pequeños corralitos separados entre si por una pequeña vallita de tablas. En cada cubículo resultante, el espacio justo para dos hamacas y una minúscula mesita que las separa. Un pasillito de tablas a ti te permite acceder a la playa y a los camareros acercarte el champagne. Si, hay servicio de camareros y de toallas. Las del hotel no sirven, estas de la playa se pagan aparte junto con el alquiler del corralito, el champagne y las ostras. Ser huésped del hotel solo te permite poder acceder a este lugar privilegiado.
Como te digo, yo estaba invitado y eso incluía todos mis gastos pero no duré en esa playa ni diez minutos Qué angustia estar encerrado en tu parcelita junto a otros afortunados encerrados en las suyas sin poder moverte. Salí pitando en busca de otra playa menos privada donde poder practicar la Fraternité.
Esto viene a colación de la Nueva Normalidad y los planes que veo en la tele de parcelar las playas e incluso panelar el espacio que ocupa cada cual.
Yo ahí no voy ni regalao.



7 comentarios:

El Deme dijo...

Mi idea de playa es otra distinta a la que ofrece el Hotel Martínez. Y eso que no soy mucho de playa, me va más la montaña y perderme por los caminos. Lo que viene va a ser un poco así: cada cual en su espacio de dos metros cuadrados. Qué pena.

Uno dijo...

DEME, pues a mi eso que tu llamas "lo que viene" no me va. Prefiero seguir con la clausura y esperar mejores tiempos. Se me había ocurrido vender miriñaques de playa que te aseguren que se mantienen las distancias pero me parece feo forrarme a causa de esta desgracia.

carlos dijo...

La plarceya. Entre el aburrimiento de la segunda vivienda y la ordenada existencia del balneario con toma de aguas. Un abrazo.
Siempre nos quedará Galicia. O eso espero.

Uno dijo...

CARLOS, no se... Creo que el "Menos mal que nos queda Portugal" se les ocurrió a unos gallegos.
Un abrazo

U-topia dijo...

Me uno a tu actitud, yo tampoco voy ni regalao. Pero tampoco me gusta la playa con amontonamiento de personal, por eso procuro ir pronto y pirarme pronto también. Veremos cómo afecta esa tontería de la "nueva normalidad" a mis costumbres misántropas.

Un abrazo!!

Uno dijo...

U-TOPIA, cada uno volveremos a nuestra normalidad no a la normalidad oficial. O sea lo de siempre. Algunos estamos mas acostumbrados que otros a lidiar con eso. Un abrazo

Ikana dijo...

A mí, como no me gusta la playa, no tendré que tener esa sensación de ser como un experimento playero jaja